Las apuestas deportivas crecen gracias a la digitalización. La facilidad con la que se puede apostar a través de dispositivos móviles y electrónicos está aumentando su demanda. La falta de una legislación al respecto hace que los anuncios proliferen y que socialmente se entiendan esas apuestas como un hecho cultural sin mayor trascedencia.
Sim embargo, lo cierto es que desde 2012, y gracias a la implantación generalizada de dispositivos electrónicos y especialmente smartphones, las apuestas deportivas en España sólo han hecho que aumentar a un ritmo exponencial: un 20% más cada año. Eso es lo que muestra el Anuario del Juego en España 2018, que presentó recientemente la compañía de apuestas Codere junto con la Universidad Carlos III de Madrid.
Según el estudio, nuestro país ha visto incrementarse el número de este tipo de apuestas deportivas casi 2,5 veces desde 2012 hasta 2018. El gasto generado de esa actividad ha pasado de 303,3 millones de euros en 2012 a 742 millones seis años después. Además, el perfil de ludópata está cambiando también, y lo suelen constituir jóvenes estudiantes o parados sin cargas familiares.
Sin embargo, las apuestas deportivas no han sido los únicos juegos de azar que han crecido. Tras estas, la lotería de la ONCE es la que más ha aumentado su recaudación seguida de los tradicionales casinos y los bingos, que han crecido un 4%. La quiniela y los cupones han perdido, por su parte, cuota de mercado. El sorteo de la Lotería de Navidad, crece hasta situarse en un incremento del 6,1%.
La posibilidad de apostar por internet ha empujado al alza claramente esta tendencia, ya que respecto a las apuestas deportivas, el 90% del total se divide al 50% entre las que se hacen de forma presencial en casas de apuestas y la otra mitad ya la constituye las que se hacen a través de internet. El 10% restante corresponde a las quinielas.
La Ley beneficia esta tendencia
En este sentido, en España existe un limbo que beneficia esta tendencia profundamente, ya que no tiene una regulación para el tipo de anuncios de apuestas deportivas por internet. Hay un decreto en marcha desde el año 2011 para su regulación que no prolifera. Según Infoadex, en 2017 en España se 2,7 millones de anuncios de juego online. Según la Fundación Codere en 2013 fueron 70 millones de euros en total, en los tres primeros meses de 2018, las empresas se gastaron en anuncios de juego online 50 millones de euros.
Uno de los mayores obstáculos al analizar el impacto de los grandes casinos online es la dificultad para medir los costes sociales, al menos en términos que puedan ser comparados con los beneficios económicos a corto plazo. El Canadian Consortium for Gambling Research en un informe destacaba, por ejemplo, cómo la posibilidad de convertirse en un vicioso del juego (las categorías que el estudio denomina jugador con problemas y jugador patológico) aumentaba en más de un 75% si se vivía a menos de diez millas de uno de estos casinos gigantes, imaginemos si el casino está a golpe de click. También señalaba que un 13% de los clientes habituales de estos casinos terminan por desarrollar ludopatía. Según la American Psychological Association, entre un 2% y un 4% de los adultos norteamericanos tienen un problema de adicción al juego.