En los Estados Unidos algunos grupos han acusado al misionero franciscano Junípero Serra, que evangelizó California, de violencia contra los indígenas. Las pruebas, por el contrario, muestran que, en la mejor tradición de la Escuela de Salamanca, fray Junípero defendió a esta población frente a los abusos.
Es cierto que algunos colonizadores españoles cometieron excesos y atropellos, aunque puestos a comparar, su legado fue infinitamente más respetuoso que el que dejaron otros europeos, como los británicos, que prácticamente exterminaron a los indígenas en los territorios que ocuparon.
De poco parecen servir sin embargo los hechos frente al poder seductor de esa posverdad llamada “leyenda negra”, que mantiene intacto su poder de seducción incluso en una universidad tan prestigiosa como Standford que ha decidido retirar toda referencia al franciscano español Junípero Serra, cuya estatua se conserva en el Capitolio de Washington, junto a otras grandes personalidades de EE.UU.