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La Resurrección a través de los ojos de un médico

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En plena Pascua, cuando celebramos el misterio central de nuestra fe —la Resurrección de Jesucristo—, traemos a colación un testimonio de la ciencia.

El protagonista no es un teólogo ni un sacerdote, sino un médico. El Dr. Gilbert Lavoie, especialista en medicina interna y salud pública, dedicó más de 40 años al estudio de la Sábana Santa de Turín.

Lo que encontró desafió tanto su formación científica como su comprensión espiritual: la imagen impresa en el lino, afirma, no corresponde a un cuerpo yacente, sino al de un hombre que se alza… posiblemente en el mismo instante de su gloriosa resurrección.

De la curiosidad científica al asombro teológico

Todo comenzó como una investigación médica. El Dr. Lavoie se acercó a la Sábana Santa con escepticismo y objetividad. No buscaba confirmar la fe, sino entender cómo una tela podía contener una imagen anatómicamente precisa de un hombre crucificado.

A través de rigurosos estudios anatómicos, análisis fotográficos y experimentos que consideraban la acción de la gravedad sobre un cuerpo humano, Lavoie descubrió que la imagen del lienzo no se alinea con lo que la física esperaría de un cuerpo acostado. «No es un cuerpo en reposo —afirma—. Es un cuerpo que está en una postura vertical. Es un cuerpo que irradia luz.»

Un cuerpo en pie: la clave que lo cambió todo

La lógica médica es clara: un cadáver envuelto en una sábana dejaría marcas distorsionadas, influenciadas por el peso del cuerpo, los fluidos, el contacto irregular.

Pero la imagen de la Sábana Santa no presenta estas distorsiones. La proyección es perfecta, simétrica y frontal.

No parece una impresión por contacto, sino una transferencia sin contacto directo, como si una energía desconocida hubiera «grabado» la imagen.

Usando modelos humanos, Lavoie intentó reproducir una impresión similar, sin éxito. Cada experimento reforzaba su hipótesis: la imagen solo tiene sentido si el cuerpo estuvo en posición vertical cuando se formó la imagen. A esto se suman detalles como la ausencia de descomposición, la nitidez de las marcas de sangre y la coherencia de cada herida con los relatos evangélicos.

¿Un destello de la Resurrección?

Para Lavoie, el único momento que puede explicar tal fenómeno es la Resurrección.

La imagen no muestra a un hombre muerto —afirma—, sino a uno que se levanta de entre los muertos.

La teoría, audaz pero sólidamente argumentada, sostiene que la Sábana Santa captó un evento extraordinario, fuera del tiempo y del espacio tal como los entendemos: la transformación gloriosa del cuerpo de Jesús al resucitar.

Esta interpretación cobra sentido si se conecta con el Evangelio de Juan, donde Jesús predice que será «levantado» (Jn 3,14; Jn 12,32). El verbo griego usado, hypsóō, también puede traducirse como «exaltado», «elevado», en sentido físico y espiritual. Para Lavoie, esa «elevación» se ve reflejada literalmente en la postura y composición de la imagen.

Tecnología 3D y una imagen que interpela

Fruto de su trabajo, el Dr. Lavoie logró reconstruir digitalmente una figura tridimensional del hombre de la Sábana Santa.

No es un modelo cualquiera: es una representación científicamente precisa del cuerpo crucificado, con todos los detalles visibles en el lienzo original.

Este modelo se encuentra actualmente expuesto en el Santuario Nacional de San Juan Pablo II, en Washington, D.C. La escultura, serena pero impactante, invita al recogimiento y a la contemplación.

Muchos peregrinos relatan sentirse sobrecogidos al contemplarla, como si estuvieran frente al testimonio silencioso del milagro más grande de la historia.

Lo más impresionante del testimonio de Lavoie no es solo su conclusión, sino el camino que lo llevó a ella.

«Como médico, no puedo explicar cómo se formó esa imagen. Como actual cristiano, solo puedo decir que es la gloria de Dios revelándose», declaró finalizado el estudio.

La Sábana Santa, una imagen que habla en silencio

El testimonio del Dr. Gilbert Lavoie nos recuerda que en la intersección entre lo visible y lo invisible, entre lo humano y lo divino, hay signos que interpelan el corazón y la razón.

En esta Pascua de Resurrección, el rostro silencioso del hombre de la Sábana Santa nos mira de nuevo. Y nos pregunta, como lo hizo Jesús a Tomás: «Porque me has visto has creído? Dichosos los que creen sin haber visto»(Jn 20,29).

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • La teoría del Dr. Lavoie, científicamente soportada, hace trizas una objeción que los incrédulos nos arrojan a la cara :
    A los muertos los enterraban con las manos estiradas a los lados del cuerpo, y eso no es discutible.
    ¿Por qué la imagen de la tela tiene las manos sobre los genitales?
    Simple. Porque al artista que la pintó le pareció mejor cubrir pudorosamente los órganos sexuales de su dibujo para que no resultara chocante a la vista de los cándidos espectadores a quienes se les iba a engañar con el cuento de que es la imagen real del cuerpo de Cristo.

    Responder

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