Antes de la caída del Telón de Acero y el posterior colapso de la Unión Soviética, los regímenes comunistas impusieron su dictadura en muchos países de Europa Central y Europa Oriental, reprimiendo cualquier culto religioso y promoviendo el ateísmo.
Sin embargo, un cuarto de siglo después, “la religión se ha reafirmado como una parte importante de la identidad individual y nacional” en esos mismos países. Así, “la mayoría de los adultos en gran parte de la región dicen que creen en Dios y se identifican con una religión”.
Son las conclusiones del estudio ‘Creencias religiosas y pertenencia nacional en Europa central y oriental, elaborado por el Pew Research Center y publicado el pasado 10 de mayo.
El informe insiste en que, a día de hoy, “las identidades nacionales y religiosas convergen en una región antes dominada por regímenes ateos”, y “el cristianismo ortodoxo y el catolicismo romano son las afiliaciones religiosas más frecuentes”.
De esta manera, “en muchos países de Europa Central y Oriental, la religión y la identidad nacional están estrechamente entrelazadas”, agrega el estudio, poniendo como ejemplo los antiguos estados comunistas, como la Federación Rusa y Polonia, “donde las mayorías dicen que ser ortodoxo o católico es importante para ser ‘verdaderamente ruso’ o ‘verdaderamente polaco’”.
En Grecia, por ejemplo, “tres cuartas partes del público (76%) dice que ser ortodoxo es importante para ser ‘verdaderamente griego’. Y muchas personas en la región abrazan la religión como un elemento de pertenencia nacional”, señala.
Aun así, “pocos adultos ortodoxos o católicos de Europa Central y del Este dicen que asisten regularmente a los servicios de adoración, rezan a menudo o consideran la religión como una cuestión central en sus vidas. Por ejemplo, una media de sólo el 10% de los cristianos ortodoxos de toda la región dicen que van a la iglesia sobre una base semanal”, matiza.
El paisaje religioso
En este gráfico se puede apreciar el porcentaje de ciudadanos que se identifican como ortodoxos, católicos, musulmanes, no afiliados religiosamente y otras religiones.
Así, los países con mayoría ortodoxa, según el estudio, son Moldavia (92%), Grecia (90%), Armenia y Georgia (89%), Serbia (88%), Rumania (86), Ucrania (78%), Bulgaria (76%), Bielorrusia (73%) y Rusia (71%). En todos estos países, el porcentaje de ciudadanos que pertenecen a otras religiones es minoritario.
Por su parte, los de mayoría católica son Polonia (87%), Croacia (84%), Lituania (75%) y Hungría (56%). En estos casos, solo Hungría tiene un porcentaje a considerar en otras religiones, con un 21% de no afiliados y un 22% de otras religiones.
En un tercer y cuarto grupo aparecen los países con mayoría religiosamente mezclada, Estonia, Bosnia y Letonia, como se ve en el gráfico; y el país con una mayoría no afiliada religiosamente, República Checa (72%).
En Europa del Este, más cristianos ortodoxos
El estudio destaca que “el regreso de la religión en una región antes dominada por los regímenes ateos es sorprendente, particularmente en algunos países históricamente ortodoxos, donde los niveles de afiliación religiosa han aumentado sustancialmente en las últimas décadas”.
Como se ve en este otro gráfico, en Rusia, Bulgaria y Ucrania “la proporción de la población que se identifica con el cristianismo ortodoxo ha aumentado significativamente desde el colapso de la Unión Soviética”
Así, en Rusia pasaron del 37% que se identificaban como ortodoxos en 1991 al 71% en 2015; en Bulgaria, del 59% al 75%; y en Ucrania, del 39% al 78%.
Los católicos, a menos en Polonia, Hungría y Chequia
Por su parte, “el catolicismo en Europa Central y Oriental no ha experimentado el mismo estallido que el cristianismo ortodoxo”, dice el estudio.
El informe pone como ejemplo a Polonia, Hungría, y comenta que este declive se puede deber a que gran parte de la población de estos dos países “mantuvo una identidad católica durante la era comunista, dejando un vacío religioso menor cuando la URSS cayó”.
Así, en Polonia se pasó del 96% en 1991 al 87% en 2015; y en Hungría del 63% al 56%, como se ve en este otro gráfico.
Al mismo tiempo, se ha constatado “una mayor secularización” y “el cambio más dramático se ha producido en la República Checa, donde la proporción del público que se identifica como católica cayó del 44% en 1991 al 21% en la encuesta actual”.
“Hoy en día, la República Checa es uno de los países más seculares de Europa, con cerca de tres cuartas partes de los adultos (72%) describiendo su religión como ateo, agnóstico o ‘nada en particular’”, añade el estudio.
Más religiosos que en los 70
Para el Pew Research Center, otra forma de plantear la cuestión es relacionar las diferentes tendencias en los países predominantemente ortodoxos y católicos como “un reflejo de la geografía política: los países ortodoxos de la región están más hacia el este, y muchos eran parte de la Unión Soviética. Los países católicos están más hacia el oeste, y sólo Lituania era parte de la URSS”.
De esta manera, cuando se les pregunta a los encuestados sobre los cambios entre los años setenta y ochenta en cuanto a la religión mayoritaria en su país, las respuestas responden a lo que se observa en este otro gráfico.
“Con pocas excepciones, en las ex repúblicas soviéticas la opinión más común es que esos países son más religiosos que hace unas décadas. Sólo el 15% de los rusos, por ejemplo, dice que su país era ‘muy religioso’ (3%) o ‘algo religioso’ (12%) en los años setenta y ochenta, mientras que el 55% dice que Rusia es muy (8%) o un poco (47%) religiosos hoy”.
Las respuestas son diferentes en países que estaban más allá de las fronteras de la antigua URSS. “En contraste con la mayoría de las ex repúblicas soviéticas, los encuestados en Polonia, Rumania y Grecia dicen que sus países se han vuelto mucho menos religiosos en las últimas décadas”.
Los ortodoxos van menos a la iglesia
Sin embargo, “estas percepciones no cuentan toda la historia. A pesar de la disminución de las acciones en algunos países, los católicos en Europa Central y del Este en general son más observadores religiosos que los cristianos ortodoxos en la región”.
Por ejemplo, “el 45% de los católicos de Polonia dicen que asisten al culto por lo menos una vez por semana, más del doble de los cristianos ortodoxos de cualquier país encuestado que dicen ir a la iglesia con frecuencia”, como se ve en este gráfico.
El informe insiste en que “mientras que la encuesta muestra que la mayoría de los adultos de toda la región creen en Dios y se identifican con el cristianismo ortodoxo, las medidas convencionales de la cristiandad -el comportamiento religioso, como los niveles de oración diaria y la asistencia semanal al culto-, son relativamente bajas”.
Además, los católicos de Europa Central y Oriental son “mucho más propensos que los cristianos ortodoxos a decir que se dedican a prácticas religiosas como tomar la comunión y el ayuno durante la Cuaresma. Los católicos también son algo más propensos que los cristianos ortodoxos a decir que frecuentemente comparten sus puntos de vista sobre Dios con los demás y que dicen que leen o escuchan las Escrituras fuera de los servicios religiosos”, agrega el estudio.
La mayoría cree en Dios
Todo ello se refleja en este nuevo gráfico, donde, a pesar de que “relativamente pocas personas en muchos países de Europa central y oriental dicen que asisten a la iglesia semanalmente, una media del 86% en los 18 países encuestados dicen que creen en Dios”.
“Esto incluye más de nueve de cada diez en Georgia (99%), Armenia (95%), Moldavia (95%), Rumania (95%) y Bosnia (94%). La República Checa y Estonia son las dos mayores excepciones a este patrón; en ambos lugares, menos de la mitad (29% y 44%, respectivamente) dicen creer en Dios”, subraya el estudio.
El Pew Research Center concluye que “en general, es menos probable que las personas de Europa central y oriental digan que creen en Dios que los adultos previamente encuestados en África y América Latina, entre quienes la creencia es casi universal. Sin embargo, a través de esta región -con su historia única de apoyo al estado de ateísmo y separación de la religión de la vida pública- es sorprendente que la gran mayoría de los adultos expresan la creencia en Dios.
Otras cuestiones que plantea el estudio son las siguientes:
- “Los porcentajes más bajos en toda Europa central y oriental -aunque siguen siendo mayorías en alrededor de la mitad de los países- creen en el cielo (media del 59%) y en el infierno (media del 54%). A través de los países encuestados, los católicos tienden a expresar mayores niveles de creencia en el cielo y el infierno que los cristianos ortodoxos.
- La creencia en el destino (es decir, que el curso de la vida de uno es en gran parte o completamente preordenado) y la existencia del alma también son bastante comunes, al menos la mitad de los adultos expresan estas creencias en casi todos los países encuestados. Incluso entre las personas que no se identifican con una religión, partes sustanciales dicen que creen en el destino y el alma.
- En la República Checa, donde sólo tres de cada diez personas (29%) dicen creer en Dios, las acciones más altas expresan la creencia en el destino (43%) y la existencia del alma (44%)”.
El mapa de las mayorías religiosas en Europa central y oriental:
1 Comentario. Dejar nuevo
El otro día pasaba por una librería, de libros de 2ª mano, donde había una máxima escrita con yeso, en una pequeña pizarra, que decía: «en nuestra vida terrena, todo LO ESENCIAL no podemos verlo y necesitamos de nuestra Fe para creérnoslo, a excepción de los libros que los tenemos a mano y podemos leerlos», otra cosa es que después, estemos de acuerdo con aquello que hemos leído ¡Vale la pena leer libros, que nos hagan pensar luego!, en especial las Sagradas Escrituras. Está claro que el abrazar la cruz durante unos años comporta un aumento de creyentes, en aquellos países donde muchos años vivió «La Iglesia del Silencio»,¡Los cristianos son frutos de los mártires de aquellas épocas¡. El Cristianismo bien vivido, exige muchas privaciones, cosa que no ocurre,en la rica Europa.