Ovidie es la autora de un libro sobre las consecuencias nefastas de la pornografía. Acaba de ser entrevistada en Le Figaro a propósito del anuncio por parte de Macron de impulsar una serie de medidas para proteger a los menores de la pornografía. Estas son algunas de sus interesantes repsuestas:
Macron va a aumentar la protección de los niños ante la pornografía al obligar a los proveedores de servicios de internet a aplicar un «filtro predeterminado por los padres». ¿Cuál cree que será la efectividad de esta medida?
Es una gran noticia. Por el momento es imposible medir su efectividad, especialmente porque no conozco el dispositivo preciso previsto. ¿Se trata de un filtro que se puede desbloquear con un código suministrado por el operador, como ya es el caso de los canales de televisión para adultos? Si este es el caso, es efectivamente un elemento disuasorio para las personas más jóvenes, y bastante inteligente, en el sentido de que no requiere un cambio en la ley.
En este caso, es suficiente aplicar el mismo principio que se impuso en 2002-2003 con el sistema de doble encriptación de Canal + y el código parental proporcionado por los paquetes de canales para adultos. Funcionó; firmó la muerte de la pornografía en televisión: antes, la película porno de la noche del sábado en Canal + conseguía más de 2 millones de espectadores, mientras que hoy en día a duras penas llega a 90.000.
Luego, llegaron las webs de streaming gratuitas en 2006 y esta medida parece completamente obsoleta, ya que hoy el 90% del consumo de pornografía pasa por esas plataformas. La televisión apenas alcanza el 5%.
Hablando claro: desde 2006, año del lanzamiento de las principales plataformas de streaming, el artículo 227-24 del Código Penal que supuestamente protege a los menores no se está aplicando en Francia.
¿Hay alternativas más eficaces? En enero pasado, el Secretario de Estado habló de una «tarjeta de identidad virtual» para evitar que los menores mientan sobre su edad y accedan a sitios que no deberían consultar…
Honestamente, me parece sorprendente que hayamos tenido que esperar 13 años para hacer algo. (…) Se han mencionado otras soluciones: Jeannette Bougrab, cuando era Secretaria de Estado de Juventud, había planteado la posibilidad de gravar las primeras páginas webs pornográficas. Cuando sabemos que estas webs están alojadas en paraísos fiscales, esta propuesta da risa y demuestra, sobre todo, la falta de conocimiento del tema.
Más preocupante, Mounir Mahjoubi ha evocado el principio del «tercero de confianza», inspirándose en Gran Bretaña, donde David Cameron prometió establecer un sistema de verificación de la edad que se ha retrasado tres veces para finalmente ser abandonado. Pero uno de esos famosos «terceros de confianza» a los que confiar los datos personales y las claves para la protección de los menores era… ¡la compañía propietaria de Pornhub! ¡Parece una broma!
¿Se observan efectos en el comportamiento de los jóvenes expuestos prematuramente a imágenes pornográficas?
Es muy difícil obtener respuestas claras porque es imposible estudiar la sexualidad de los menores… Pero desde un punto de vista social, podemos encontrar síntomas que sugieren que la «cultura porno» (que se extiende mucho más allá de las películas pornográficas) tiene una influencia en nuestras prácticas sexuales y en nuestros estándares estéticos. A causa de ella, algunas prácticas extremas se están extendiendo. Y la depilación completa es la regla absoluta para los jóvenes de entre 18 y 25 años.