Finalmente la propuesta de Ley de la eutanasia ha adelantado en el proceso parlamentario a la Ley de cuidados paliativos. Dos leyes antagónicas, que proponen entornos completamente diferentes con consecuencias también diametralmente opuestas: apostar por la vida y por el cuidado del paciente acompañándolo es su muerte natural o ofrecer la eutanasia como salida al sufrimiento.
La propuesta legislativa para legalizar la eutanasia es del PSOE y es esta formación política la que la ha incluido dentro de la batería de propuestas legislativas que los de Pedro Sánchez registraron en el Congreso de los Diputados la pasada semana con intención de darle prioridad en la tramitación. Unidas Podemos hizo lo propio con una propuesta suya por lo que entra en la carrera para ser el partido que legaliza -o, por ahora, lo intenta- la eutanasia en España.
Estos dos proyectos legislativos ya fueron debatidos en el Pleno del Congreso de los Diputados en la pasada legislatura y fueron apoyados de manera mayoritaria en la votación celebrada para su toma en consideración.
Aunque el partido de Rivera dio su respaldo a la despenalización de la eutanasia del grupo socialista, dejó claro que su prioridad era sacar adelante la Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona ante el proceso final de su vida, la conocida como ley nacional de cuidados paliativos, que entonces se encontraba en una avanzada tramitación.
No obstante, ninguna de las dos propuestas sobre la despenalización de la eutanasia que fueron aprobadas en el Congreso habían avanzado en su debate.
Sin embargo, con la convocatoria de nuevas elecciones y con la situación aún de inestabilidad de Gobierno que se ha generado como consecuencia de los resultados electorales, la Ley sobre la eutanasia se ha adelantado a cualquier propuesta de regulación de los cuidados paliativos desde un punto de vista nacional.
Cuidados paliativos versus eutanasia: necesidad versus ideología
De nuevo, la ideología se impone por encima de las necesidades de los pacientes y los ciudadanos, ya que la legalización de la eutanasia comporta un posicionamiento ideológico, mientras que la de los cuidados paliativos es una necesidad de la que adolecen muchas comunidades autónomas y los pacientes que la necesitan.
En España falta mucho por hacer en la atención en paliativos. Más de 70.000 españoles -la quinta parte- mueren al año sin acceso a esta asistencia. Con este panorama, a los paliativistas les surge una duda más que razonable: si no está asegurado el acceso a los paliativos en todo el territorio español y la eutanasia está penada, ¿qué ocurrirá cuando se despenalice?
En Cataluña, según una información reciente de El País, hasta 40.000 ciudadanos estarían esperando recibir los ciudadanos paliativos que su circunstancia requiere, pero la falta de una normativa juega en su contra.
La Generalitat dispone de 95 equipos específicos de PADES y 409 camas de cuidados paliativos para acompañar en el final de la vida. Y aunque el programa catalán ha sido pionero en el territorio español, aún existen carencias que la nueva Ley de cuidados paliativos mejoraría e impulsaría.
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