La Generalitat de Cataluña no está poniendo en acción medidas para poder frenar la sangrante caída del saldo vegetativo. Esta variable, que mide la diferencia entre nacimientos y defunciones, muestra una caída cada vez más acelerada. Este hecho pone en peligro a la economía catalana a medio y largo plazo. Si ya en el primer semestre del año pasado los resultados no eran muy optimistas, con un saldo de -1.586, este primer semestre se ha superado la pérdida de -4,180.
Esto significa que la natalidad no sólo no cubre el cambio generacional, sino que ponen totalmente hacen tambalear la pirámide demográfica. Las grandes dificultades que sufren los catalanes para conciliar vida laboral y familiar, junto con dificultades económicas, son algunos de los motivos que explican la caída demográfica.
En el resto de España la situación no es mejor. Sólo cinco Comunidades Autónomas consiguen tener un saldo vegetativo positivo. En orden ascendente, estas son Ceuta (216), Melilla (369), Islas Baleares (428), Región de Murcia (997) y, en primera posición la Comunidad de Madrid (3.714).
Por otra parte, sin embargo, el panorama es desolador. En sólo el primer semestre de este año Galicia (-9.135), Castilla y León (-7.857) y la Comunidad Valenciana (-5.959) han registrado unos preocupantes resultados.
En un país que mantiene una tasa de fertilidad cercana al reemplazo generacional, el aumento de la longevidad conduce gradualmente a la conquista de años de vida en edad avanzada sin que se pierda la fuerza de la población en edad activa.
En cambio, si la tasa de fertilidad queda significativamente por debajo del umbral del 2,1, el coste del aumento de la longevidad (en términos de seguridad social y de salud pública) se vuelve cada vez menos sostenible, ya que la baja natalidad erosiona la columna vertebral de la población activa, debilitando así la capacidad del país para producir riqueza y bienestar.
En el caso de España, la población envejece a una mayor velocidad durante los últimos años. Las defunciones han aumentado un 6,8% más debido a la vejez demográfica que presenta la sociedad actual. La principal causa de muerte ha sido por tumores, siendo este caso mayor entre los hombres (297 por cada 100.000 habitantes) que las mujeres (184,9).
Las enfermedades respiratorias ocupan el segundo lugar en total, más común entre mujeres en este caso (286.9) que en hombres (247,6). Dentro de las causas externas el suicidio sigue ocupando el primer lugar, con 3.602 muertes (el doble que el de las muertes por accidentes de tráfico).
1 Comentario. Dejar nuevo
Esta situación no se ha dado de la noche a la mañana. Hace bastante tiempo que el Instituto de Política Familiar viene alertando del problema, paralelo al de la caída de la nupcialidad, el divorcio y los métodos anticonceptivos hasta el aborto, pero no se ha hecho ningún caso y ahora todos los medios parecen enterarse.