La fallida investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español se ha traducido en un profundo malestar entre los ciudadanos. Y se produce en unos momentos en que la desafección política se dispara en España.
Así lo constata un estudio del BBVA sobre los “Valores y actitudes en Europa acerca de la esfera pública”, donde se constata que más de 8 de cada 10 españoles e italianos consideran que “los políticos dedican más atención a sus propios intereses que a los de la sociedad”.
Además, el nivel de confianza en los partidos políticos es el más bajo entre 16 instituciones u organizaciones propuestas por los responsables del estudio a los encuestados.
La confianza institucional en las universidades, la policía, el Ejército o los ecologistas, entre otras organizaciones, es más del doble de la que los ciudadanos depositan en los partidos.
Así las cosas, se abre la incógnita de hasta qué punto la falta de acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos para llevar a buen puerto la investidura de Sánchez incidirá en el voto de los españoles ante las próximas elecciones del 10 de noviembre, unas elecciones que elevan el riesgo de recesión en España.
Cuatro grandes ejes objeto de estudio
El estudio del BBVA analiza un amplio conjunto de “valores y actitudes de la población adulta de 5 países europeos: Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España”.
El objeto del estudio es captar esas “preferencias, valores y creencias que contribuyen a orientar la conducta individual en numerosas facetas de los ámbitos público y privado”, añade el informe.
Al mismo tiempo, el estudio destaca “los rasgos más sobresalientes de España en relación a los otros cuatro países europeos a mediados del 2019”. Y lo hace poniendo el punto de mira en cuatro grandes ejes:
- Interés, información y participación en la esfera pública.
- Autoidentificación ideológica, democracia, papel del Estado e identificación territorial, en el que destacan las actitudes hacia los partidos políticos y la clase política.
- Confianza en grupos e instituciones.
- Preocupaciones ante retos globales, como cambio climático, inmigración, acogida de refugiados y ‘fake news’, entre otros.
La encuesta se realizó sobre una muestra representativa de 1.500 personas de 18 y más años realizada entre abril y julio de 2019
Italia y España lideran la desafección política en Europa
El informe pone el acento en la “fuerte desafección de los ciudadanos respecto a la clase política: en todos los países la clase política es percibida como un colectivo más atento a sus propios intereses que a los de la sociedad”.
El país que muestra una mayor desafección política es Italia (87%), seguido de España (82%), como se puede observar en la parte izquierda del siguiente doble gráfico, reproducido a partir del estudio.
También es importante esa desafección política en Francia (80%) y Reino Unido (78%), y el país menos afectado es Alemania (77%). En la media del resto de países es del 81%.
“En correspondencia con esa percepción, claras mayorías comparten la idea de que la sociedad necesita líderes que no provengan de la política tradicional, una visión particularmente acentuada en Francia”, como muestra la parte derecha del gráfico.
Curiosamente, España es de los países que menos participa de esta opinión (62%), junto a Reino Unido (60%).
En cualquier caso, “existe un amplio consenso en que los partidos políticos son necesarios para defender los intereses de los ciudadanos, muy fuerte en Alemania (82%) y moderado en Francia (52%)”.
En el caso de España es del 67%, mientras en Italia representa el 61% y en Reino Unido el 59%.
“Ese acuerdo genérico es compatible con la percepción extendida de que los partidos políticos tradicionales no representan bien a la ciudadanía, particularmente en Italia (75%), seguida de Francia (69%), cita el informe.
España y Alemania son los países que menos coinciden con esta afirmación (55%), y en Reino Unido el porcentaje es del 63%.
Casi nadie confía en los partidos políticos
Una segunda cuestión que viene a reafirmar la desafección política en Europa y especialmente en España es “el mapa de confianza institucional”, que plantea a los encuestados “en qué medida confían en cada una de las siguientes organizaciones”, con un total de 17 instituciones u organizaciones.
Las respuestas a esta pregunta constatan que prácticamente nadie confía en los partidos políticos en los cinco países analizados; y en España obtienen la puntuación más baja, como muestra este segundo doble gráfico.
Con una valoración media en una escala de 0 a 10, donde 0 significa que “no confía en absoluto en ellos” y 10 que “confía totalmente en ellos”, el informe resume así la posición de estas organizaciones en España:
“El mapa de confianza institucional muestra que las universidades (7,1), la policía (6,3), las organizaciones públicas dedicadas a la investigación (6,3), y el ejército (5,8) se sitúan en los primeros lugares del ranking de confianza”.
También obtienen una puntuación por encima del 5 en España las organizaciones ecologistas (5,7), las empresas nacionales (5,6), los medios de comunicación (5,4), la ONU y los Tribunales de Justicia (5,3), y la Comisión Europea (5,2).
El Parlamento Europeo obtiene justo un 5; y por debajo: sindicatos (4,4), el Gobierno nacional (4,3), las redes sociales (4,1), las instituciones religiosas (3,9) y los bancos (3,5); mientras la peor valoración la obtienen los partidos políticos (3,3).
Como muestra el doble gráfico, “por lo general, los españoles expresan un nivel de confianza algo menor que el del promedio de los otros cuatro países hacia la mayoría de las instituciones (con la excepción principal de las universidades)”, señala el estudio.
Los partidos “no representan a las personas como yo”
Al mismo tiempo, el resultado de las encuestas muestra otra visión crítica de los partidos políticos en relación a esta afirmación: “los partidos tradicionales ya no representan a las personas como yo”, que además “se modula en función de la autoubicación ideológica”.
Como se puede ver en este último gráfico, “el nivel de acuerdo es mayor entre quienes se declaran de derechas en Italia (79%) y Alemania (63%). […] En España, por el contrario, el acuerdo se incrementa entre quienes se identifican con la izquierda”, (62%).
Los encuestados españoles que participan de esa opinión y se identifican con el centro son el 49%, y desde la derecha, el 51%.
En esta cuestión, la media del resto de países muestra estos resultados: izquierda (63%), centro (67%), derecha (70%).
Alto nivel de corrupción
Otra cuestión de interés en este estudio es el nivel de corrupción que se atribuye a la política nacional, que “es muy alto en cuatro países”. La excepción, Alemania.
Italia lidera este negativo ranking, con un 89% de los encuestados que considera que la corrupción está extendida en la política nacional; seguida de España, con un 85%.
Por detrás están Francia (70%), Reino Unido (62% y Alemania, esta última solo con un 52%.
El informe lo resume así: “los italianos, seguidos por los españoles, son quienes perciben un mayor grado de corrupción en los ámbitos local, regional y nacional. Los alemanes perciben en menor medida la existencia de corrupción en su país”.
Razones para votar a un partido
Por otra parte, el informe también analiza “las razones reconocidas como de mayor importancia para votar a un partido”, que son diversas: “factores ideológicos o programáticos, otros vinculados a la competencia profesional y/o de gestión de la economía, a los valores éticos de sus líderes, así como también a la percepción de defensa de los intereses del respectivo grupo social”.
En ese sentido, “en España destacan como factor más importante para decidir el voto el programa político (21%), seguido de la capacidad de gestionar la economía (18%), la ideología (17%), y los valores éticos de sus líderes (17%). Los conocimientos y competencias profesionales en abstracto son seleccionados tan solo por el 9%”, cita el informe.
En el resto de países, los resultados sobre esta cuestión son: programa político (26%); conocimientos y competencia profesional de sus líderes (17%); la capacidad para gestionar la economía (15%); los valores éticos de sus líderes (12%); la defensa de los intereses de mi grupo social (10%); y la ideología (8%).
