El consumo de antidepresivos está creciendo de forma exponencial en las sociedades avanzadas. En ese contexto, la depresión en las mujeres es mucho más frecuente que en los hombres, como constatan dos destacados informes.
Un equipo de profesionales de la medicina en Barcelona ha realizado un estudio que muestra que las mujeres europeas toman de dos a tres veces más antidepresivos que los hombres en todas las edades.
Asimismo, un informe del Pew Research Center concluye que las adolescentes estadounidenses son casi tres veces más propensas que los chicos a padecer depresión.
Cabe recordar que otro estudio, de la OCDE, publicado en mayo de 2018, ya revelaba que las mujeres tienen más depresiones crónicas que los hombres, aunque se suicidan muchos menos.
En el caso de España, aunque está entre los primeros países de la OCDE en esperanza de vida, su población es de las que más se deprime en Europa y ocupa el séptimo peor lugar en ratio de demencia.
Cataluña, líder en consumo de antidepresivos
En cuanto a los últimos dos estudios, un equipo de profesionales del Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria (IDIAPJGol) y del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, han analizado el consumo de antidepresivos en cinco regiones europeas con un tamaño similar: Cataluña, Dinamarca, Noruega, Suecia y Veneto.
Una de sus conclusiones es que, ante el incremento de la depresión en las mujeres, el uso de antidepresivos también va en aumento y que no hay diferencias de consumo de estos medicamentos entre el norte y el sur de Europa.
Además, los resultados del estudio, realizado entre 2007 y 2011, insistían en que “las mujeres tomaban de dos a tres veces más antidepresivos que los hombres en todas las regiones”.
Aunque el consumo de antidepresivos aumentó en todas las regiones, “el principal aumento se detectó en Dinamarca y Cataluña”, cita el estudio, con un incremento del 22,2%.
Al mismo tiempo, “el país con un mayor uso de estos medicamentos en 2011 fue Dinamarca”, con 83,8 DHD (dosis diaria definida por habitante y día), “seguido por Suecia (77 DHD) y, después, por Cataluña (75,5 DHD)”.
El informe también destaca que, aunque la depresión femenina es mayor que la masculina, hay una “menor presencia de mujeres y personas mayores en ensayos clínicos, por lo que los investigadores concluyen que son necesarios más estudios observacionales para evaluar el uso de los medicamentos por parte de estos grupos de población”.
Cabe recordar que, tras analizar el uso de antidepresivos en estas cinco regiones, los investigadores lo relacionaron con diferentes factores económicos (PIB y gasto farmacéutico), sociodemográficos (tasas de inmigración, paro, suicidios y número de médicos y psiquiatras por habitante) y culturales.
Factores determinantes en la depresión
Así, las conclusiones del estudio no han podido confirmar la relación entre un mayor desempleo y el incremento del consumo de antidepresivos.
Respecto a la inmigración, el informe señala que el país de origen, las dificultades en el lenguaje y las diferencias en la manera de expresar externamente los síntomas psicológicos pueden determinar un menor uso de los recursos sanitarios en relación con la patología depresiva.
Al mismo tiempo, la investigación concluye que en las regiones con una mayor tasa de médicos de atención primaria por habitante también se comprobó un menor consumo de antidepresivos.
El motivo podría ser que el médico de familia conoce a su paciente y, cuantos más médicos, más tiempo para las consultas de atención primaria, lo que lleva a una terapia diferente que reduce la necesidad de medicación.
También los factores culturales pueden incidir en el consumo de estos medicamentos, ya que esos factores hacen entender la enfermedad mental de una manera diferente.
Las chicas estadounidenses se deprimen más que ellos
Por otra parte, el estudio ‘A growing number of American teenagers, particularly girls, are facing depression’ (‘Un número creciente de adolescentes estadounidenses, especialmente las chicas, se enfrentan a la depresión’) concluye que las adolescentes estadounidenses se deprimen más que los chicos.
“La depresión se ha vuelto cada vez más común entre los adolescentes estadounidenses, especialmente las adolescentes, que ahora son casi tres veces más propensas que los adolescentes a tener experiencias recientes con depresión”, advierte el Pew Research Center.
En sus conclusiones, el informe, publicado el 12 de julio, muestra que “en 2017, el 13% de los adolescentes estadounidenses de 12 a 17 años (3,2 millones) dijo que había experimentado al menos un episodio depresivo mayor en el último año, frente al 8% (2 millones) en 2007”, como se puede ver en este gráfico, reproducido a partir del estudio.
Además, “una de cada cinco adolescentes, casi 2,4 millones, experimentó al menos un episodio depresivo mayor durante el año pasado en 2017”, es decir, un 20%, añade el informe.
En comparación, “el 7% de los adolescentes varones (845.000) tuvo al menos un episodio depresivo mayor en los últimos 12 meses” como muestra el gráfico.
“El número total de adolescentes que recientemente sufrieron depresión aumentó un 59% entre 2007 y 2017. La tasa de crecimiento fue más rápida para las adolescentes (66%) que para los chicos (44%)”, concluye el estudio en este apartado.
Hay que resaltar que la depresión entre los más jóvenes es un fenómeno que puede conducir a otro que también crece de forma alarmante, el suicidio de adolescentes en el mundo, como informábamos en septiembre del año pasado.
En España, el suicidio juvenil supone la segunda causa de muerte externa en menores de 18 años, solo por detrás de las muertes en carretera, según datos del INE de 2014.
Las adolescentes combaten más la depresión que ellos
Volviendo al estudio del Pew Research Center, aunque las chicas padecen más depresiones que ellos, están más dispuestas a confrontar su problema depresivo mediante tratamientos.
“Si bien las adolescentes son más propensas a padecer depresión que sus compañeros masculinos, también tienen más probabilidades de haber recibido tratamiento si ven a un profesional o toman medicamentos”, cita el estudio.
Entre las adolescentes que tuvieron episodios depresivos recientes, “el 45% recibió tratamiento para la depresión en el último año”, como se puede apreciar en el tono verde claro de este otro gráfico.
“En comparación, el 33% (tono ocre claro) de los adolescentes varones con episodios depresivos recientes recibió tratamiento”, añade el informe.
El estudio también constata que “la cantidad de adultos que habían experimentado depresión también aumentó, de 14,8 millones en 2007 a 17,3 millones en 2017”; y detalla que “los adultos también difirieron según el género en sus experiencias con la depresión (9% de las mujeres frente al 5% de los hombres)”.
Entre los adultos, “los que han experimentado depresión son tratados a tasas más altas que los adolescentes. Entre los adultos que tuvieron episodios depresivos recientes, aproximadamente dos tercios (67%) recibieron tratamiento”.
Pero, “nuevamente, las mujeres que tuvieron una experiencia reciente con una depresión (72%) fueron más propensas que los hombres (58%) a recibir tratamiento”, agrega.
Presiones que llevan a la depresión
Otro aspecto que analiza el estudio son las presiones sociales que conducen a los adolescentes a caer en estados depresivos.
“Siete de cada diez adolescentes estadounidenses dijeron que la ansiedad y la depresión son un problema importante entre las personas de su edad en la comunidad donde viven”.
Al mismo tiempo, “un 26% adicional mencionó su ansiedad y la depresión como un problema menor”. Son conclusiones de otra encuesta de este centro de investigación realizada en otoño de 2018.
En aquellas fechas, “alrededor de tres de cada diez adolescentes (29%) dijeron que se sentían tensos o nerviosos en su día a día todos o casi todos los días, y el 45% dijeron que a veces se sentían tensos o nerviosos”, aclara el informe.
En ese contexto, “alrededor de un tercio de las adolescentes (36%) informaron sentirse de esta manera todos los días o casi todos los días, en comparación con el 23% de los adolescentes varones”.
“Las presiones académicas y sociales se encuentran entre las razones citadas por expertos que han estudiado la depresión en adolescentes”, recuerda el estudio.
Además, “alrededor de seis de cada diez adolescentes (61%) dijeron que personalmente sintieron mucha presión para obtener buenas calificaciones, mientras que aproximadamente tres de cada diez reportaron mucha presión para verse bien y encajar socialmente (29% y 28%, respectivamente)”, concluye el estudio