Mientras crecen las estructuras de pecado en la cultura Occidental, se demuelen las estructuras familiares, que ha proyectado y sostenido las sociedades libres y prósperas de los últimos siglos. La figura de la madre y el padre desaparecen. La familia queda reducida a un papel secundario para que el Estado gestione los designios ideológicos de la prole y los padres sean meros espectadores de una imparable colonización ideológica de los niños. Se está consolidando la la demolición de la familia en España.
España es uno de los países de Europa y de Occidente que está incorporando políticas ideológicas más agresivas. Desde la legislatura del Gobierno del José Luis Rodríguez Zapatero a la que está desarrollando el Gobierno bicéfalo integrado por PSOE y Podemos de Pedro Sánchez.
Zapatero inició una tendencia seguida posteriormente por Sánchez, desarrollar leyes ideológicas que en nada mejoran la vida de los ciudadanos, pero que dan la impresión de que el Ejecutivo ejerce su misión de gobernar y que, al mismo tiempo, desvirtúan las raíces de la sociedad y dañan la institución familiar, célula y germen de la estabilidad y fortaleza de las sociedades.
¿Cuáles son las recientes evidencias de la demolición de la familia en España? Las repasamos a continuación.
1. La Ley de violencia de género: el estigma de ser hombre
Sí, los ataques a la masculinidad han hecho mucho daño a la paternidad y a la fortaleza de la familia. Se ha desfigurado el rol masculino en la familia hasta el punto de que la presunción de inocencia haya desaparecido. Es lo dispuesto por la Ley de violencia de género que estigmatiza al hombre y distorsiona el derecho a la verdadera igualdad, ya que el mismo delito cometido por una mujer o por un hombre se castiga de manera diferente. Este hecho distorsiona el principio de igualdad ante la Ley.
2. El ataque a la escuela cristiana
Justo antes del inicio de la pandemia los gobiernos municipales y autonómicos de signo ‘progre’ desplegaron un ataque a la escuela concertada, que en gran medida es cristiana, dificultando y endureciendo los procesos de acceso a la concertación. Un hecho fundamental que garantiza a los padres la libertad de escoger la educación que ellos prefieran para sus hijos. Sin duda una manera de controlar y estigmatizar a estas escuelas para que los alumnos opten por la pública, donde el control ideológico de la educación esta en manos del gobierno de turno y de sus ideologías peregrinas.
Una de las escuelas que más sufrió estos envites fue la escuela diferenciada, que fue eliminada de los conciertos faltando al más elemental de los derechos recogidos por la Constitución. Aunque esta acción tiene recorrido legal, mientras se soluciona el tema, estas escuelas están sufriendo mucho sin ese concierto. Ello, cuando, además, está demostrado por la evidencia científica que esas escuelas tienen mayor índice de éxito escolar y, sobre todo, los alumnos varones sufren menos abandono escolar, una lacra que impacta especialmente entre los chicos y de lo que poco se habla.
3. La Ley trans: el neolenguaje
«Personas», «Progenitores» o «Progenitor gestante»: la Ley Trans recientemente aprobada contribuye a desarrollar el neolenguaje tan de moda entre los círculos «progres», que pretenden iniciar lo que denominan la batalla cultural iniciándola en el lenguaje. Ahora, eliminado la palabra «padre, o «madre» por «progenitores». Es la la demolición de la familia en España.
La norma aprobada en el Congreso de los Diputados reforma la redacción del Código Civil e incluye una reforma en el lenguaje del Código Civil que planea sustituir «madre», «padres», «mujer» u «hombre» por «personas», «progenitores» o «progenitor gestante».
4. La reforma del Código Civil: ya no hay padres
El cambio que plantea la anterior ley, la Ley trans, tiene otra derivada: la necesaria reforma del Código Civil. Con dicho cambio, los términos «padres», «madre» o «padre», sin ningún añadido, desaparecerán del Código Civil, de modo que, en el caso de que únicamente haya madre, el término empleado será «madre o progenitor gestante» y en el caso de los hombres, aparecerá «padre o progenitor no gestante».
5. La Ley del aborto: la natalidad en crisis
La recientemente aprobada nueva Ley del Aborto radicaliza la pendiente resbaladiza del aborto en España dotando de muchísima más accesibilidad a la madre embarazada sin informarle de los riesgos asociados y dando la posibilidad de que las menores aborten sin permiso paterno.
Además, la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que rechaza el recurso de inconstitucionalidad de la anterior Ley del aborto de la época Zapatero, subscribe un contexto que blinda la cultura de la muerte ante la de la vida.
Ya no hay aborto, sino «interrupción voluntaria del embarazo», ya no hay eutanasia, sino «muerte digna», ya no hay vientres de alquiler, sino «maternidad subrogada». La guerra ideológica se inicia en la batalla del lenguaje e impacta en la fortaleza de la familia, que se encuentra en fase de demolición.
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Desde finales del siglo pasado, el experimento de la llamada perspectiva de género, se impuso en los colegios, desde instancias socialistas, y los demás partidos, lo han secundado. Así, que de manera muy aséptica, se fue introduciendo el «virus» dañino de la ideología de género, disfrazado de igualdad, en todas las instituciones y medios de comunicación. Los resultados los tenemos, en los jóvenes y adolescentes actuales, perdidos en las redes sociales, series y nuevas tecnologías, que los dominan. Con unos padres, que no saben gestionar tanto desastre, que les lleva a la destrucción de las familias naturales.
De acuerdo en la denuncia, pero se le ha olvidado decir que entre Zapatero y Sánchez, estuvo un gobierno del PP con mayoría, que no hizo nada para parar estas leyes…
El mal hace lo que sabe, pero cuando el que creíamos que era mejor no hace nada, algo no funciona.
Lo que tenemos en España, no se si es fruto de que la gente no despierta o de que las elecciones, como está pasando en otras partes del mundo, están siendo manipuladas desde hace algunas legislaturas.
Lo que está claro, como dicen en mi tierra: ¡si dejas la Membrilla por Manzanares, vaya gana que tienes de andar lugares…!
Esta gente se las da de muy “inclusiva”, pero esa es solo una palabra con la que intentan disimular que su labor es, en realidad, destructiva. La manera de lograr que nada valga nada es que todo valga lo mismo. Si todo es familia, la familia se queda en nada. Su táctica es la asimilación totalitaria. Cuando todo es similar nada es diferente. Cuando todo tiene el mismo valor nada tiene valor.
Se llenan la boca con el derecho a la diferencia y la diversidad, pero lo que en realidad practican es la confusión por asimilación, para lo cual falsean la realidad utilizando el lenguaje.
Nombrando “matrimonio” tanto a la unión de dos personas de sexo distinto como a la unión de dos personas del mismo sexo, lo que logran es asimilar ambos tipos de relación y confundir dos realidades distintas, suprimiendo verbalmente sus diferencias. Así es como construyen la ficción de que una relación homosexual sea “progenitora”, una imposibilidad real por la propia naturaleza de dicha relación, a diferencia de la relación heterosexual. Por no hablar de la ficción grotesca de los hombres embarazados, que en realidad son mujeres que fingen ser hombres.
Que llamen al aborto “interrupción del embarazo” se explica porque lo asimilan a la interrupción de la digestión. Así como por medio de un vomitivo o un lavado de estómago se expulsa el producto biológico en proceso de ser digerido, por medio de un abortivo o un raspado de útero se expulsa el producto biológico en proceso de ser gestado. Con la fórmula “interrupción del embarazo” presentada como un acto médico de “salud reproductiva” han logrado que mucha gente haya acabado conceptuando el aborto como un “derecho”. La persona abortada no cuenta para nada, por supuesto, ya que, por obra y gracia del lenguaje, no existe como tal: negándole el atributo de “ser persona” y el de “ser humano”, resulta no ser más que un producto biológico indeseado que puede extirparse, como cualquier otro, con el beneplácito de la ley.
Esta gente es perversa, en los dos sentidos de la palabra según la RAE:
1. adj. Sumamente malo, que causa daño intencionadamente.
2. adj. Que corrompe las costumbres o el orden y estado habitual de las cosas.
Teniendo en cuenta, además, que “perverso” es un sinónimo de “diabólico”