Que duda cabe que el conflicto de Cataluña es también un grave problema español. Solo hace falta observar su destacada presencia en el debate de este lunes 4 de octubre de los candidatos en la televisión, para constatar su importancia. Pero no solo eso, la cuestión catalana acentúa las dificultades para formar gobierno e inflama la política española. Lo demuestra el fenómeno VOX.
Pero, con ser importante todo esto hay un daño más profundo porque afecta al corazón de las personas. Se trata, por una parte, de la polarización creciente en Cataluña entre independentistas y quienes no lo son. Se ha abierto una herida que daña las relaciones humanas más fundamentales, y que engendra ira, rabia, todos ellos pecados muy graves. Es lo opuesto a las Bienaventuranzas.
Pero esta cuestión no se limita a Cataluña, existe también una reacción airada en España que no ayuda y que, además, se torna peligrosa, cuando confunde la parte, quienes quieren la independencia, con el todo, los catalanes, Cataluña, y así empiezan a producirse actitudes contra “estos catalanes” o incipientes actos de boicot a un producto porque es “catalán”. Quienes así actúan son aliados objetivos de los separatistas: son los separadores
La declaración de e-Cristians parte del principio de que los cristianos que quieren realizar el Reino de Cristo y cumplir con su voluntad, la Iglesia puede ser decisiva en aportar condiciones que favorezcan la paliación del daño y creen la condiciones para superar el problema. Como afirma la declaración, no les corresponde a los cristianos como Pueblo de Dios aportar respuestas específicas, políticas, al problema, pero sí pueden contribuir en las condiciones en que se desarrolla el conflicto, en el factor humano.
En este sentido, la declaración advierte -siguiendo al Papa- sobre los cristianos que confunden el seguimiento de Jesús con una ideología. También postula ofrecer a la sociedad el espacio privilegiado que es la Iglesia para conversar a partir del esfuerzo evangélico de ponerse en lugar del otro. Considera que trabajar para el bien común es un paso en la preparación del Reino de Dios, y que esta es una tarea que, como muestra el Padre Nuestro, es propia de todos los cristianos colectivamente.
La declaración llama siguiendo al Evangelio a ser también en este caso, sal, fermento y luz, a amar al prójimo, incluso el enemigo, a vencer el mal con el bien y a propiciar el bien de los demás. A ser, en definitiva, bienaventurados procurando la paz de Dios.
Pide que los cristianos seamos capaces de concretar estos caminos, y solicita una actuación continuada de la Iglesia institucional mediante una tarea pastoral clara.
Sostiene que el mayor bien que se puede aportar es la oración, no como justificación para la inacción, sino para dotarla de vigor y sabiduría. E-Cristians considera que los sacramentos y la liturgia son importantes para la construcción de la paz civil y la concordia.
En definitiva, un texto que da para mucha reflexión y que posee capacidad para inspirar una mayor y mejor respuesta cristiana al problema de Cataluña, que no deja de ser el problema del proyecto de España.
4 Comentarios. Dejar nuevo
Buen artículo, comedido y equilibrado, sobretodo por estimular a la concordia. El problema surge, a veces, desde sectores eclesiásticos, algunos vinculados a la cultura catalana, que se supone deberían estar unidos a los sacramentos y a la liturgia, que fomentando la secesión, quizás sin darse cuenta, en vez de estimular la unión inducen al enfrentamiento .
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[…] Hi ha dubte que el conflicte de Catalunya és també un greu problema espanyol. Només cal observar la seva destacada presència en el debat d’aquest dilluns 4 d’octubre dels candidats a la televisió, per constatar la seva importància. Però no només això, la qüestió catalana accentua les dificultats per formar govern i inflama la política espanyola. Ho demostra el fenomen VOX. Llegir més. […]
Fue la fe en Jesucristo lo que unió los pueblos de España y los proyectó al mundo. En la medida que las comunidades cristianas, sean poco o mucho numerosas, pongan esa fe en su centro pondrán corregir pasiones, intereses locales, rivalidades, sentimientos de negación de la propia idiosincrasia, etc. Y facilitando encuentros para compartir la fe y las dificultades…