En este mes de octubre, el mes del rosario, muchas personas han elegido el camino de seguir constantes en la lucha contra el aborto: se han apuntado a la Campaña de “Los 40 Días por la Vida”. Son silenciosos, como la Virgen María. Son perseverantes y orantes también como ella.
Aunque los medios de comunicación oficiales han silenciado este debate público tan acuciante, tanto los organizadores como los voluntarios no se rinden; y siguen yendo delante de las clínicas a interceder por estos inocentes a Dios. Su acción año tras año es como el rezo del rosario, rutinario; pero no por ello lleno de sentido. Como el orante reza las avemarías lleno de fervor y esperanza a pesar de la repetición, así los voluntarios rezan por la salvación de los más indefensos.
¿Cómo la Virgen María, en su sencilla vida de Nazareth, pudo llegar a ser la intercesora, a participar tan íntimamente en la salvación de los hombres? ¿Pueden los pequeños gestos de amor, la oración sencilla y discreta, salvar al mundo? Pues si la Virgen es nuestro modelo, no paremos de rezar y pedir por el fin del aborto. Es en el momento en el que los buenos no hagamos nada cuando el mal tendrá mucho más poder…
Esta campaña de Otoño dura desde el 25 de septiembre hasta el 3 de noviembre, incluyendo todo el mes de octubre. En Madrid, concretamente, se realizan dos campañas: frente a la clínica Dator (Calle Hermano Gárate, n.º 9, Campaña de Tetuán), en la que los voluntarios rezan de 9:00 de la mañana a 21:00 de la tarde; y frente a la clínica Isadora (Calle de los Pirineos, n.º 7, Campaña de Ciudad Universitaria), en la que los voluntarios rezan desde las 9:00 hasta las 16:00. Las inscripciones se realizan a través de su página web: http://40diasporlavida.online
Antes de la inscripción, es necesario firmar una declaración de paz; en la que los voluntarios se comprometen a mantener una actitud evangélica en todo momento. Deben actuar como nos lo mandó Cristo, sin responder a las acusaciones o insultos que se puedan sufrir durante el turno. Él mismo ya nos lo advirtió: que sufriríamos persecución por defenderle… Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos (Mateo 5: 11- 12).
Efectivamente, esta ley del aborto que ataca a los más indefensos, a las personas más débiles de la sociedad; está produciendo que la moralidad general, olvidada de sus principios católicos, caiga por los suelos. Pues la ley natural y escrita por Dios es eterna, mientras que la ley impuesta por los hombres siempre puede equivocarse. Así le ocurrió a Poncio Pilato, que condenó a muerte a un inocente. De igual manera, millones de inocentes son asesinados ahora mismo como pequeños nuevos cristos crucificados.
Los voluntarios de la Asociación 40 Días por la Vida, se asemejan a la Virgen María, que al pie de la cruz, hizo suya la afirmación de Cristo: “Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen”. Ellos quieren ayudar a las madres en dificultades tanto como a los pequeños bebés de sus vientres. Y, por la gracia de Dios, obtendremos la victoria. Él premia a los constantes. En todas las campañas se consigue por lo menos un rescate. ¡Una vida salvada vale lo infinito!
No dejemos de luchar, apoyar, difundir, e incluso asistir, si es posible, a alguna de estas campañas. Algún día mucha gente, y, sobre todo Dios cuando lleguemos al Paraíso, nos lo agradecerán.
