El 5 de marzo de 2021, un grupo de activistas provida realizó una manifestación pacífica en el abortorio Carafem Health Center en Mount Juliet, Tennessee.
Se sentaron en las puertas de entrada mientras cantaban y rezaban. Este evento culminó en el arresto de seis personas: Chester Gallagher, Heather Idoni, Calvin Zastrow, Coleman Boyd, Paul Vaughn y Dennis Green.
El 30 de enero de 2023, estos seis provida fueron declarados culpables de un cargo de conspiración y otro de violar la Ley de Libertad de acceso a las entradas de clínicas (FACE).
Según los fiscales, los acusados conspiraron deliberadamente para obstruir el acceso a servicios de salud reproductiva. La fiscal general adjunta Kristen Clarke subrayó que los seis estaban siendo responsabilizados por obstruir ilegalmente el acceso a estos servicios.
El juicio y las sentencias
El juicio federal de seis días en Nashville concluyó con los veredictos de culpabilidad. Los defensores de la vida se vieron ante la posibilidad de hasta 10 años y medio de prisión, tres años de libertad supervisada y multas de hasta 260.000 dólares.
El 2 de julio de 2024, se dictaron las sentencias. Calvin Zastrow, Coleman Boyd y Dennis Green fueron los últimos en ser sentenciados. Zastrow recibió una condena de seis meses de prisión, Boyd fue sentenciado a cinco años de libertad condicional con una multa de 10,000 dólares y restricciones de viaje, y Green recibió tres años de libertad supervisada, incluyendo seis meses de arresto domiciliario.
El impactante testimonio de Cal Zastrow
Uno de los momentos más conmovedores del juicio fue la declaración de Cal Zastrow. Al tomar el estrado, Zastrow se dirigió al juez con firmeza y convicción.
«Buenas tardes, Juez Trauger. Estoy de acuerdo con usted en tres cosas importantes: dos que usted dijo y una que escribió,» comenzó Zastrow. «Primero, debemos tener el estado de derecho. En segundo lugar, no hay derecho constitucional al aborto. Y tercero, nosotros no somos el centro moral del universo.»
La juez, sorprendida, respondió: «¿Eh? No recuerdo haber dicho eso último.»
Zastrow continuó: «Usted no lo dijo, juez, lo escribió hace más de un año al negar nuestras mociones de desestimación.»
Prosiguió explicando: «Juez, yo vivo mi vida bajo el señorío de Jesucristo. Él es el creador y sustentador de toda vida.
Él es el centro moral del universo. Él define lo que es correcto e incorrecto. Él determina lo que es justicia e injusticia, ley y anarquía.
Seremos bendecidos como individuos y como nación cuando lo sigamos.
Seremos maldecidos y juzgados cuando lo rechacemos a Él y sus caminos. Él dice que los niños son una bendición, que son regalos preciosos de Él... No deben ser abusados, abandonados ni asesinados por el aborto.
Son completamente humanos, completamente vivos, desde la concepción. Sus corazones comienzan a latir a los 18 días. A los 40 días ya tienen dedos, pies, orejas, ojos y ondas cerebrales medibles.»
La juez intentó interrumpir, diciendo: «¡No necesito un sermón de usted!»
Sin embargo, Zastrow siguió adelante, declarando su intención de leer cuatro versículos de la Biblia. A pesar de la desaprobación de la juez, abrió su Biblia y leyó en voz alta el pasaje de Apocalipsis 5,11-14, concluyendo con un firme «Amén.»
Testimonio de fe y convicción moral
Zastrow finalizó su declaración subrayando que su objetivo no era buscar indulgencia, sino proclamar la gloria de Jesucristo y defender la humanidad y el valor de los niños no nacidos.
No le hicieron ninguna pregunta.
La historia de estos defensores de la vida ha culminado con sentencias que reflejan la severidad con la que las autoridades están tratando las acciones en torno al tema del aborto en un entorno legal cada vez más hostil.
La declaración de Cal Zastrow, llena de fe y convicción moral es un gran testimonio en esta lucha por los derechos de los bebés víctimas del aborto.