En un emotivo encuentro la mañana de este domingo, 16 de julio, el Papa Francisco recibió a un grupo de jóvenes peregrinos de la Arquidiócesis de Córdoba, Argentina, quienes se encuentran en camino hacia la Jornada Mundial de la Juventud, la JMJ de Lisboa. El Santo Padre destacó la importancia de este evento para la Iglesia y para los jóvenes, invitándolos a vivir un «mundial muy especial» en el que todos son victoriosos y donde se levanta la copa de la fraternidad.
Dirigiéndose a los jóvenes, el Papa Francisco resaltó el lema de la JMJ: «como María, se levantaron, dejaron lo conocido: sus familias, sus comodidades, y parten sin demora al encuentro de los demás». Animó a los peregrinos a representar a su país y a todos los jóvenes que participan en este evento mundial, portando la «camiseta» de la fe y el amor a Dios y a sus hermanos.
El Pontífice señaló que la JMJ es un encuentro amistoso en el que no hay vencedores ni vencidos, sino que todos ganan. Destacó la importancia de salir de uno mismo, de compartir, dar y estar abiertos a recibir de los demás. En un mundo marcado por conflictos y divisiones, el Papa resaltó la necesidad de la fraternidad y de la paz.
El Papa Francisco hizo referencia a los continuos conflictos en diferentes partes del mundo desde el final de la Segunda Guerra Mundial, subrayando la relevancia de la fraternidad en nuestros tiempos. En este sentido, la JMJ se convierte en un espacio donde los jóvenes pueden experimentar y promover la unidad, superando las barreras culturales y fortaleciendo su fe.
Además, el Papa alentó a los jóvenes a seguir las huellas de los cristianos que siguieron a Cristo hasta el final, mencionando a los santos y santas que dieron su vida por Él a lo largo de la historia. Les recordó que el partido de seguir a Cristo se juega hasta el último minuto y los instó a estar atentos y jugar en equipo, siguiendo las indicaciones de sus guías espirituales y aprendiendo del diálogo.
El Santo Padre expresó su deseo de que los jóvenes vivan intensamente este «mundial» de la JMJ, que les brindará una gran diversidad de rostros, culturas y vivencias, fortaleciendo su fe y ayudándoles a transmitir la alegría del Evangelio a otros jóvenes que buscan sentido en sus vidas.
La JMJ de Lisboa se presenta como un espacio de encuentro, fraternidad y esperanza para los jóvenes de todo el mundo. En este evento, la Iglesia católica invita a los jóvenes a fortalecer su fe, crecer en la comunión y compartir su testimonio con otros. Se espera que la JMJ en Lisboa sea un hito significativo en la vida de los jóvenes participantes y una oportunidad para construir un futuro de paz y solidaridad en el mundo.
La Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa se llevará a cabo del 22 al 27 de julio, y se espera que miles de jóvenes de diferentes países se reúnan para vivir esta experiencia de fe y comunión.