¿Hasta qué punto la igualdad de género en el ámbito laboral y empresarial en España es satisfactoria? Responder a esta pregunta no es tarea fácil, aunque las constantes reivindicaciones por mejorar las condiciones de trabajo de las mujeres y poder conciliar la vida familiar y laboral son una constante y ya dan algunas pistas.
En ese sentido, las insuficientes ayudas para tener hijos privan a España de estar en los primeros puestos de la igualdad laboral en el mundo, tal como viene a demostrar el estudio ‘Women, Business and the Law 2019’ (‘Mujeres, Empresas y la Ley 2019’), publicado por el Banco Mundial.
Cabe recordar que la infancia y la familia apenas cuentas con ayudas en España, que está a la cola de la UE en inversiones en protección social de la infancia; mientras, junto a la italiana, su tasa de fecundidad es la más baja de la UE-28.
8 indicadores de desigualdad laboral femenina
El estudio del Banco Mundial utiliza un total de 8 indicadores para evaluar la igualdad de género en el ámbito laboral y empresarial en 187 economías en los últimos diez años; y “cómo el empleo y el espíritu empresarial de las mujeres se ven afectados por la discriminación legal”, según cita la presidenta interina del Grupo del Banco Mundial, Kristalina Georgieva.
Como se puede ver en el siguiente gráfico, reproducido a partir del estudio, los ocho indicadores son: ir a lugares, comenzar un trabajo, recibir un pago, casarse, tener hijos, dirigir un negocio, gestionar bienes y obtener una pensión
El estudio amplía algunos detalles de esta cuestión: ir a lugares “examina las restricciones a la libertad de movimiento”; comenzar un trabajo “analiza las leyes que afectan las decisiones de las mujeres de trabajar”; recibir un pago “mide las leyes y regulaciones que afectan el salario de las mujeres”; casarse “evalúa las restricciones legales relacionadas con el matrimonio”; tener hijos “examina las leyes que afectan el trabajo de las mujeres después de tener hijos”; dirigir un negocio “analiza las restricciones a las mujeres que inician y dirigen negocios”; gestionar bienes “considera las diferencias de género en la propiedad y la herencia”; y obtener una pensión “evalúa las leyes que afectan el tamaño de la pensión de una mujer”.
En “un examen de los datos realizado durante una década de reformas, se puntúan 35 preguntas en los ocho indicadores”, detalla el estudio.
En el caso de “tener hijos”, estas son las 5 preguntas que se hicieron en el estudio: ¿hay permisos pagados de al menos 14 semanas disponibles para las mujeres?; ¿paga el Gobierno el 100% de los beneficios de la licencia de maternidad, o los beneficios de la licencia parental (cuando no se dispone de licencia de maternidad)?; ¿hay licencia remunerada de paternidad?; ¿hay licencia parental remunerada?; ¿está prohibida la salida de trabajadoras embarazadas?
“El indicador de tener hijos, por ejemplo, incluye leyes sobre maternidad, paternidad y permisos parentales, que probablemente influyan en la toma de decisiones económicas de las mujeres cuando piensan en comenzar una familia” dice el informe al respecto.
El freno en España, tener hijos
Precisamente, la legislación relativa a la maternidad y a las ayudas por tener hijo son el freno que impide a España aparecer en el top mundial de los países con mayor igualdad laboral.
El estudio muestra que Bélgica, Dinamarca, Francia, Letonia, Luxemburgo y Suecia lideran el ranking de igualdad laboral entre los 187 países analizados por el Banco Mundial, gracias a sus respectivas legislaciones referentes a las mujeres trabajadoras.
“Obtuvieron una puntuación de 100 en el índice de mujeres, negocios y derecho, lo que significa que otorgan a las mujeres y los hombres los mismos derechos legales en las áreas medidas. Hace una década, ninguna de estas economías obtuvo una puntuación de 100, lo que indica que todas se reformaron en los últimos diez años”, añade el estudio.
A continuación, sigue un grupo con una puntuación de 97,50, que incluye a Austria, Canadá, Estonia, Finlandia, Grecia, Irlanda, Portugal, España y Reino Unido, como se puede ver en esta tabla.
“En España, el criterio que impide llegar a la máxima puntuación es el de tener hijos. Son cuestiones relativas a la legislación sobre maternidad, paternidad y permisos parentales”, destacaba una información de La Vanguardia relativa al estudio y publicada el pasado 4 de marzo.
“Los encargados de formular políticas interesados en evitar que las mujeres abandonen la fuerza laboral después de tener hijos pueden considerar las puntuaciones de su economía en este indicador un punto de partida para la reforma”, sugiere el informe del Banco Mundial.
La evolución en el resto del mundo
En líneas generales, en todo el mundo, “los datos muestran que ha habido un gran progreso hacia la igualdad legal de género en la última década. En 131 economías se han realizado 274 reformas a las leyes y regulaciones, lo que lleva a un aumento en la igualdad de género”, destaca el estudio.
Ahora bien, entre todos los países analizados, “la puntuación global promedio es de 74,71 (hace diez años era de 70,06) lo que indica que una economía típica solo otorga a las mujeres tres cuartas partes de los derechos de los hombres en las áreas medidas”. Hace diez años, la puntuación promedio global era de 70,06
Por regiones, “la puntuación promedio en Oriente Medio y África del Norte es de 47,37, lo que significa que la economía típica en esa región otorga a las mujeres menos de la mitad de los derechos legales de los hombres en las áreas medidas”, señala el estudio.
“El África subsahariana tuvo la mayor cantidad de reformas para promover la igualdad de género. Seis de las principales economías reformistas se encuentran en el África subsahariana: la República Democrática del Congo, Guinea, Malawi, Mauricio, Santo Tomé y Príncipe y Zambia”. En su conjunto, pasaron de 64,04 puntos a 69,63 en diez años.
“Los tres principales reformadores restantes se encuentran en Asia oriental y el Pacífico, América Latina y el Caribe y Asia meridional, respectivamente: Samoa, Bolivia y Maldivas”.
“El sur de Asia tuvo la mayor mejora en el puntaje regional promedio, pasando de 50 a 58,36, un aumento de 8.36 puntos, […] y Asia Oriental y el Pacífico, pasó de 64,80 a 70,73, un aumento de 5.93 puntos”, concluye el estudio.