Hungría está consiguiendo romper la tendencia occidental de la progresiva desaparición demográfica. En medio de tasas de fecundidad realmente bajas y de mayores tasas de divorcios, Hungría ha conseguido, en los últimos años, aumentar el número de bodas (un 1,12%) y el número de nacimientos (0,42%). Por otro lado, el gobierno ha reducido drásticamente el número de divorcios llegando a una variación negativa del 3,09%. Para tener una referencia se puede comparar con los datos españoles. Durante el mismo periodo España ha visto reducir su número de bodas en un -0,13% y sus nacimientos (-2,86%). En el caso de los divorcios el número no ha parado de crecer hasta tener una variación del 0,60%.
Hungría, a diferencia de otros países que se vieron bajo el poder de la Unión Soviética, disfrutó a partir de los años 70 de una sociedad menos represiva y con elementos propios de una economía de libre mercado. El comunismo gulash (gulyáskommunizmus), nombre aplicado a este tipo de política, era llamado cómicamente de esta manera ya que era un sistema con elementos tan variados como los ingredientes del plato tradicional que ostenta el mismo nombre. Este privilegio tras el telón de acero fue gracias a la feroz lucha de toda la población desde el fin de la Segunda Guerra Mundial para no verse totalmente subyugadas por el Ejército Rojo.
Después de la caída del Telón de Acero y de la reconversión del país (sobretodo gracias a su integración a la Unión Europea), Hungría vio la necesidad de combatir la tendencia demográfica negativa que sufre el país. Como es conocido, este no es un caso aislado en Occidente. Prácticamente todos los países de la Unión Europea tienen unos índices de fecundidad que hacen peligrar la estructura económica y social de los próximos años. ¿Pero en qué estado demográfico se encuentra el país del presidente Viktor Orbán?
Cuando la natalidad es el futuro
Hungría no posee unos datos brillantes en cuanto a la natalidad ya que se encuentran aproximadamente en la media de la Eurozona. Con datos del 2015 observamos que su tasa de natalidad, en tanto por mil, se sitúa en un 9,4% (seis décimas por debajo de la media). En cuanto a la tasa de fecundidad, entendida como la relación de nacimientos con la población femenina fértil, es 0,13 décimas inferior a la media (1,45).
La gran diferencia con la mayoría de los estados de la Unión Europea es la tendencia de crecimiento de los últimos años. Mientras que países como España registran datos demográficos cada vez peores, menos nacimientos y menor índice de fecundidad, Hungría reinvierte la tendencia gracias a un grupo de medidas.
El estallido de la crisis supuso un varapalo para las familias europeas pero Hungría desde el año 2012 está rompiendo la tendencia.
En cuanto a la tasa de divorcios Hungría ha mantenido unas cifras más o menos estables en los últimos quince años, hasta el año 2012 cuando ha empezado a reducir el número. España en los últimos años ha mostrado un comportamiento similar, pero no así antes de 2006 donde los datos eran sensiblemente más bajos.
Otro aspecto sorprendente es el crecimiento de casamientos en los últimos años de Hungría. A pesar del decrecimiento de la tasa de nupcialidad en la época de recesión económica, ha sido en los últimos años cuando se está cambiando de comportamiento.
Hungría, al tener una población inmigrante menor (cuya tasa de natalidad es más elevada que la europea), muestra una cantidad de nacimientos estable. A pesar de la crisis económica el número de nacimientos está volviendo a crecer, situación distinta a la española. En cuanto a la tasa de natalidad el escenario es similar, con una tasa húngara mayor a la española.
El índice de fecundidad, un buen instrumento para valorar la situación demográfica de un país, es también mejor en Hungría que el de España. España tuvo su cénit en el año 2008, sufriendo una caída hasta ahora (con unos valores similares al de principios del milenio). Hungría, en cambio, ha tenido un crecimiento positivo a lo largo de los últimos años.
En el caso de las personas que deciden casarse y de las que deciden divorciarse Hungría también puede presumir de encontrarse en una mejor posición.
¿Qué medidas se han llevado a cabo?
El gobierno húngaro ha realizado una serie de medidas para poder romper con la tendencia demográfica negativa. Entre ellas cabe destacar el 3,6% del Producto Interior Bruto (PIB) destinado exclusivamente en ayudas a las familias y a la natalidad. El presidente del país, Viktor Orbán, declara que el objetivo es el de una tasa de 2,1 niños por mujer.
Otra de las ayudas es la rebaja por familia es de 33 euros al mes por hijo, 82 euros al mes por dos hijos, 322 euros por tres hijos y 430 euros mensuales por cuatro hijos. Por vía fiscal también se está ayudando a fomentar la natalidad, una de ellas es la deducción fiscal para los primeros matrimonios.
3 Comentarios. Dejar nuevo
Interesaria que se concretara de si estos casamientos son canonicos o civiles, ya que hay mucha diferencia entre uno y otro. Muchas gracias.
Seria interesante concretar de si se trata de casamientos canonicos o casamientos civiles, ya que hay mucha diferencia.entre una modalidad y la otra.Muchas gracias.
[…] El gran problema de obviar la situación aliviando el problema demográfico con la inmigración es su resultado poco duradero. Los hijos de inmigrantes rápidamente disminuyen el número de hijos o deciden volver a sus países de origen para encontrar mejores oportunidades (como es el caso de los latinoamericanos). Pocos han sido las iniciativas natalistas para romper la tendencia negativa, exceptuando algunos dirigentes. […]