El gobierno de Hungría ha prohibido oficialmente la celebración del desfile anual del orgullo gay en Budapest, argumentando que esta medida es esencial para la protección del desarrollo saludable de los niños y para resguardarlos de lo que considera una amenaza moral.
La ley fue aprobada el martes por el Parlamento húngaro, dominado por el partido Fidesz del primer ministro Viktor Orbán, y ha generado un fuerte debate tanto a nivel nacional como internacional.
Un paso en defensa de los menores
El primer ministro Viktor Orbán justificó la prohibición en una publicación en la red social X, donde afirmó que el derecho de los niños a un desarrollo físico, mental, intelectual y moral saludable es la prioridad del gobierno. «Hoy votamos para prohibir reuniones que violen las leyes de protección infantil. No permitiremos que la ideología woke ponga en peligro a nuestros hijos» expresó Orbán.
La legislación establece sanciones económicas para quienes organicen o asistan a eventos que infrinjan la Ley de Protección Infantil de 2021, que ya prohíbe la «representación o promoción» de la homosexualidad ante menores de edad.
La multa para los infractores puede alcanzar los 200.000 forints húngaros (más de 500 mil euros), fondos que, según el gobierno, serán utilizados para reforzar programas de protección infantil.
La legislación y su impacto
La nueva normativa amplía el marco de restricciones establecido en 2021, que ya limitaba la exposición de los menores a cualquier contenido que el gobierno considere que promueve la diversidad sexual y de género. En virtud de esta legislación, la exhibición de temas del lobby gay en medios de comunicación, películas, publicidad y literatura infantil está prohibida.
La marcha del orgullo de Budapest, un evento que se realizaba anualmente y que duraba una semana, ha sido uno de los principales objetivos de esta nueva ley. En ediciones anteriores, la celebración ha enfrentado oposición por parte de grupos conservadores y sectores del gobierno, que han calificado estas manifestaciones como perjudiciales para la juventud.
Oposición y protestas
La medida ha provocado una fuerte reacción por parte de la oposición política y los organizadores del evento.
Durante la votación en la Asamblea Nacional, miembros del partido opositor Momentum protestaron encendiendo bengalas de humo de colores y esparciendo imágenes modificadas de Orbán junto al presidente ruso Vladímir Putin en un gesto de desafío.
Los organizadores del orgullo gay han declarado que, a pesar de la prohibición, tienen la intención de seguir adelante con la celebración del evento este año.
Orbán y su postura sobre la familia
Viktor Orbán ha sido un defensor ferviente de lo que él considera valores familiares fundamentales. Tras su reelección en 2022, declaró ante el Parlamento: «Protegeremos a nuestras familias, no permitiremos que los activistas de género entren en nuestras escuelas y, en Hungría, un padre será un hombre, una madre será una mujer y nuestros niños serán dejados en paz».
La postura del gobierno húngaro ha generado controversia y ha sido criticada por diversas organizaciones de derechos humanos y la Unión Europea, que considera que estas políticas van en contra de los principios democráticos y de igualdad.
Reacciones internacionales
La Unión Europea ya ha tomado medidas en el pasado contra Hungría por sus políticas restrictivas en materia de supuestos derechos del lobby gay, incluyendo la apertura de procedimientos de infracción por violar la normativa comunitaria sobre derechos fundamentales. La reciente prohibición del desfile del orgullo podría intensificar aún más la tensión entre Budapest y Bruselas.
Mientras tanto, grupos activistas y organizaciones de derechos humanos continúan presionando para que la comunidad internacional intervenga y condene estas acciones. Sin embargo, con Orbán y su partido Fidesz consolidando su poder, las posibilidades de una reversión en estas políticas parecen limitadas en el corto plazo.