Este pequeño pueblo, famoso por las casi 3000 apariciones de la Santísima Virgen María entre 1961 y 1965, es un lugar de gran importancia espiritual y belleza natural.
Los acontecimientos
El 18 de junio de 1961, las niñas afirmaron haber visto al arcángel San Miguel, quien les anunció la futura aparición de la Virgen. A partir del 2 de julio de 1961, las niñas dijeron ver a la Virgen con un niño y un ángel, y estas visiones continuaron en los años siguientes.
La Virgen les transmitió varios mensajes, incluyendo advertencias sobre la necesidad de penitencia y sacrificio. Las niñas entraban en trances o éxtasis, durante los cuales mostraban fenómenos inusuales como insensibilidad al dolor y caídas sin lesión. Un evento notable fue el «milagro de la Hostia» el 18 de julio de 1962, cuando una Hostia apareció en la lengua de Conchita durante uno de estos éxtasis.
Aunque estos eventos atrajeron a miles de peregrinos y despertaron gran interés, la Iglesia Católica no ha aprobado oficialmente las apariciones. Tras varias investigaciones, la comisión del obispado de Santander concluyó que no había evidencia suficiente para afirmar la sobrenaturalidad de los hechos.
Contar la historia a los niños
Primero, es fundamental preparar a los niños para la historia del lugar. Cuéntales sobre las apariciones a las cuatro niñas: Conchita González, Mari Cruz González, Jacinta González y Mari Loli Mazón. Explícales cómo, en un pequeño pueblo sin carreteras ni teléfonos, miles de peregrinos llegaron para ser testigos de estos eventos extraordinarios.
Aquí puedes encontrar algunos recursos que te servirán de ayuda.
La visita
Al llegar al pueblo, a la derecha, por una camino muy estrecho, llegas al cementerio. Justo al lado de este hay un parque infantil con mesa de picnic y una fuente. Este lugar es ideal para que los niños jueguen un poco antes de iniciar el camino hacia «Los Pinos». Aquí puedes aprovechar para comer algo, recargar las botellas de agua y descansar antes de continuar.
Los lugares principales a visitar son la iglesia son y «Los Pinos», el marco donde ocurrieron muchas de las apariciones. Para llegar a la explanada de «Los Pinos», hay un camino empinado y pedregoso que actualmente se ha convertido en un viacrucis.
Esta caminata es incompatible para carritos de bebés, aún así los niños más pequeños pueden realizarla sin problema. Simplemente asegúrate de llevar calzado cómodo y agua para cuando lleguen a la cima.
Puedes recorrer el camino de subida a «Los Pinos» rezando el rosario en familia. Entre misterio y misterio puedes hacer alguna parada para que los niños descansen.
A mitad de camino, encontrarás una capilla dedicada al arcángel San Miguel, un lugar perfecto para hacer una pausa y explicar a los niños la importancia de este lugar. A los niños les encantará explorar y quizás encontrarán las notas de peticiones y exvotos que los visitantes han dejado.
Los Pinos
Una vez en «Los Pinos», encontrarás la imagen de la Virgen sobre uno de los árboles, el ambiente de oración y tranquilidad es ideal para enseñar a los más pequeños a mantener una actitud de respeto y recogimiento. Pueden ver personas rezando el rosario y participar si lo desean.
Para que el camino de vuelta sea más atractivo, puedes volver por el camino asfaltado que hay en el otro extremo de la explanada de los Pinos. Al ser cuesta abajo será más fácil y rápido para ellos.
Visita a la iglesia de Garabandal
Una vez de vuelta al pueblo es recomendable visitar la iglesia del pueblo y hacer un ratito de oración. En esta misma iglesia es donde las niñas rezaban antes de sus visiones.
Muy cerquita de la iglesia podrás encontrar una pequeña tienda donde puedes comprar algún recuerdo de la Virgen de Garabandal.
No olvides llevar un rosario y quizás un diario de viaje donde los niños puedan escribir o dibujar sus peticiones, oraciones o experiencias de fe vividas en Garabandal. ¡Disfruta de esta visita llena de historia, y fe con tu familia!
1 Comentario. Dejar nuevo
He estado allí muchas veces y se respira una paz celestial