Gane quien gane, los retos que deberá afrontar Andalucía tras las elecciones

Este domingo, 2 de diciembre, se celebran las elecciones andaluzas. Susana Díaz (PSOE), Juanma Moreno (PP), Juan Marín (Ciudadanos) y Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía) competirán en las urnas para alzarse con el triunfo e intentar formar gobierno en Andalucía.

Tras las elecciones, gane quien gane, el futuro Ejecutivo andaluz deberá enfrentarse a una serie de retos, algunos de ellos enquistados y de difícil solución a corto plazo..

Entre otras cuestiones por resolver, el desempleo alcanza a casi el 23% de la población, con mucha mayor incidencia entre las mujeres, y se dispara entre los jóvenes. Por otra parte, el fracaso educacional es un hecho que va a más: el Informe PISA sitúa a Andalucía en los últimos puestos en educación en España y la tasa de abandono escolar es espectacular, afectando a casi uno de cada cuatro estudiantes.

Con este escenario, el próximo ganador de las elecciones deberá afrontar otro aspecto preocupante y, a buen seguro, uno de los mayores frenos para crecer económicamente en Andalucía: la ingente cantidad de subsidios y funcionarios.

La lacra del paro

A pesar de que la comunidad autónoma andaluza ha duplicado su PIB desde el 2000, no consigue salir adelante ni ha logrado en ese tiempo sacudirse la lacra del desempleo.

Por una parte, aun siendo el 18% de la población española con sus 8,4 millones de habitantes, la economía andaluza ha alcanzado un tamaño de 155.000 millones de euros, es decir que solo representa el 13,3% del PIB nacional.

Por otra, la tasa de paro se eleva hasta el 22,8%, ocho puntos porcentuales por encima de la media española (14,55%), como se puede observar en el siguiente doble gráfico, reproducido a partir de una información publicada por el diario El País el pasado 25 de noviembre.

En cifras globales, con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) de septiembre de 2018, hay 898.000 desempleados en Andalucía, y más de 300.000 hogares tienen a todos sus miembros en paro.

En el gráfico se aprecia también que entre los hombres andaluces ese paro es del 19,41% (en España el 13,12%), mientras entre las mujeres sube hasta el 27,08% (el 16,22% entre las españolas).

Al mismo tiempo, el 46% de los menores de 25 años en Andalucía padecen los efectos del desempleo, en tanto que la media española es del 33%. Ellos están en el 45,06% (en España, el 34,02%), mientras las jóvenes andaluzas en paro representan el 47,15% (las españolas, el 31,78%).

Relacionando la elevada tasa de paro, que podría hacer pensar en un porcentaje considerable de jóvenes emigrantes en busca de un futuro mejor, con la actual política de subvenciones Curro Ferraro, presidente del Observatorio Económico de Andalucía, hacía en la información de El País la siguiente reflexión: “se da la paradoja de que teniendo el 18% de la población española, Andalucía solo representó el 10,1% de la emigración nacional al extranjero en el periodo 2008-2017”.

La educación andaluza, en la cola

Otra cuestión motivo de seria preocupación son los resultados del sistema educativo en Andalucía. Según un informe del BBVA, el 23% de los jóvenes andaluces dejaron de estudiar el año pasado después de cursar la enseñanza obligatoria.

Por otra parte, la evaluación de competencias educativas del Informe PISA sitúa a Andalucía en los últimos puestos en España. Con datos publicados por Europa Press, esta comunidad estaba en la última posición en Ciencias y penúltima en Lectura y Matemáticas en el Informe PISA 2015.

Como se puede ver en este otro gráfico, también extraído de la información de El País, los resultados andaluces están muy por debajo de los de la media española y la de los países de la OCDE.

En competencia en Ciencia, Andalucía ha pasado de los 486 puntos que obtuvo en 2012 a los 473 de 2015, mientras la media española en ese último año era de 493 puntos, los mismos que los de la media de los países de la OCDE.

La comprensión lectora mostraba estos resultados: en Andalucía, 479 puntos en 2015, dos puntos más que en 2012, pero muy alejada de la media española (496) o la de la OCDE (493).

En el tercer indicador, la competencia en Matemáticas, Andalucía obtuvo 466 puntos en 2015, frente a los 472 del 2012, mientras la media en España fue de 492 puntos y en los países de la OCDE de 486.

“El tiempo de formación reglada es de los menores de España. Los empresarios no encuentran personas adecuadas con cierta cualificación”, advertía Curro Ferraro.

Algo parecido opinaba Raymond Torres, director de Coyuntura de Funcas: “La tasa de abandono escolar tiene un efecto cascada, es un elemento negativo importante. Hay otros que tienen que ver con la estructura de la economía. Es una comunidad que sufre cierta volatilidad por el peso del turismo y la industria agroalimentaria. Tiene una estructura menos diversificada y más volátil”.

Por su parte, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO-Andalucía, Diego Molina, mostraba su preocupación ante los “preocupantes” datos del último informe ‘Fracaso Escolar y Abandono Educativo Temprano’ editado por el sindicato.

Así, Andalucía sigue siendo una de las comunidades con mayor tasa de abandono escolar, el 23,5% en 2017, una cifra que supone un incremento del 0,4 por ciento respecto a 2016, cuando la media nacional es del 18,3%.

El lastre, subsidiados y funcionarios

La tercera cuestión que lastra la economía andaluza de forma preocupante tiene que ver con los subsidios y el enorme número de funcionarios de la Administración andaluza.

“Esta ha sido una región subvencionada, no conseguimos atraer inversiones”. ¿Y la corrupción? “Los malhechores han hecho corrupción como en todas partes, ese es el punto negro”, advertía recientemente el presidente del consejo andaluz de Cámaras de Comercio, Antonio Ponce.

Otro tanto manifestaba Juan Rafael Leal, presidente de Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía, al referirse a la necesidad de “un sector agrario más fuerte, que abarque toda la cadena de producción”.

“En cambio lo que encuentran es una guerra de precios con la distribución y una imagen social que a menudo vincula al agricultor con el cobrador de subsidios. El agricultor no se hace rico con subvenciones”, añadía.

De hecho, pese a haber recibido una ingente cantidad de fondos europeos, ni la financiación europea ni la autonómica, a través de mecanismos de nivelación, han logrado que la región supere las barreras que la separan del resto, según destaca un estudio de Analistas Financieros Internacionales.

El hecho es que la comunidad andaluza es la región de Europa más subsidiada, con más de 42.000 millones de euros de fondos europeos entre 1986 y 2013; mientras entre 2014 y 2020 recibirá un total de otros 9.357.000 euros más, según información publicada por Cat Diàleg en marzo de 2015. Posiblemente se trata del mayor Plan Marshall de la historia de Europa.

Al mismo tiempo, Andalucía es también la autonomía que más subvenciones otorga a las empresas. En 2010, por ejemplo, se destinaron 286.300.000 euros con esta finalidad. Y, a pesar de ello, sigue siendo una de las regiones con peor proyección económica, apuntaba aquella información.

Por otra parte, el número de funcionarios andaluces es en términos relativos el segundo más elevado en España, con datos de 2015: tras Extremadura, con un 25,5% de empleados públicos, sobre el total de empleados en esa comunidad, Andalucía ocupaba el segundo lugar, con un casi uno de cada cinco (18,2%), como mostraba el mapa de los empleados públicos en España en enero de 2015.

Un año después, en términos absolutos y con datos de la EPA, publicados en febrero de 2017 en una información del diario ABC de Sevilla, Andalucía aparecía como la comunidad con más empleados públicos, con hasta 541.200 asalariados del sector público en la región. En la misma información se cifraba el porcentaje de funcionarios en 2016 sobre el total de trabajadores en un 23,3%.