La muy masónica Francia ha vuelto a sorprender al mundo entero, y el muy Masón Macron cree haberse salido con la suya al conseguir, en una solemne y teatral puesta en escena esta semana en el Eliseo, incluir el Aborto como un derecho fundamental en la Constitución Francesa, como paso previo al reconocimiento del aborto como un derecho fundamental de la Unión Europea.

Y lo hace en vísperas del 8M, Día Internacional de la Mujer, como un «sello» perverso de la supuesta victoria del mal contra la mujer, convirtiendo el asesinato de inocentes indefensos en un derecho (un lucrativo negocio para los traficántes de órganos, no lo olvidemos). La Masoneria está más activa que nunca y consigue incluir cada vez más en las legislaciones de todos los paises a través de la ONU.

Francia, Masoneria y Aborto. El perverso trípode sobre el que la cultura de la muerte avanza y se asienta en Europa.

Pero esto no es nuevo. Ya lo hicieron hace algo más de 200 años con la revolución francesa, un episodio que consiguieron dejar para la historia como un hito en la consecución de libertades «para el pueblo», pero que en realidad no fué más que una lucha de poder en la que acabaron asesinando a todo el que se oponía a los revolucionarios, con un especial odio y violencia contra los cristianos católicos.

Y es que, como a estas alturas ya deberíamos tener claro, nuestra lucha no es contra la carne ni la sangre, y Satanás está muy comprometido en que la lucha iniciada por la masoneria hace ya casi 3 siglos siga infrigiendo daño al ser humano, a todos los niveles, para alejarlo de Dios y aislarlo en un proceso de «endiosamiento» que comenzó en el principio de los tiempos.

Si en algo coinciden  Francia y el Aborto es que ambos son hijos de la mentira. Lo que parece realmente increible es que en pleno Siglo XXI con la cantidad de avances tecnológicos y evidencias científicas sobre el inicio de la vida, la mayoría de la población siga, en el mejor de los casos, mirando hacia otro lado. Recuerdan, y mucho, a la sociedad alemana ante las «políticas» de Hitler o a la sociedad vasca con el avance de ETA.

Satanas necesita sembrar los corazones de tibieza e indiferencia, bajo un velo de «autonomia» y libertad, para que el mal pueda seguir con su ilusión de avance y victoria; pero si bien como ciudadanos nos toca vivir tiempos duros en los que dar la batalla por la verdad, nuestro consuelo sigue siendo que el mal fué derrotado con la resurrección de Cristo y que, por mas que lo intente, su guerra está perdida desde hace dos mil años.

Aborto, Eutanasia, Ideología de Género… todo confluye en la muy masónica Agenda 2030 impuesta por la todopoderosa ONU en la puesta en marcha de un Nuevo Orden Mundial dónde los gobiernos de todo el planeta, de izquierdas y derechas, se pliegan ante un ídolo que es tan antiguo como su creador, el dinero (pues no olvidemos que, a la postre, todo el que no siga los dictados de la ONU es marginado internacionalmente y estrangulado financieramente).

Francia y España parecen disputarse el primer puesto, en Europa, de la puesta en marcha de toda la ideología que conlleva la cultura de la muerte impulsada por la ONU y la masonería en su macabro plan de control poblacional, consiguiendo que sea tan importante ser vegano o cuidar el medioambiente como asesinar niños inocentes.

Pero no lo olvidemos. Por muy negro que pueda parecernos el futuro de la sociedad, la victoria es de nuestro Dios, y toda esta ola de hiprogresía, cultura de la muerte e hipersexualización pasará, como ya han pasado en otros tiempos a lo largo de los últimos 2000 años; Pasarán porque las puertas del infierno no prevalecerán sobre la Iglesia fundada por Jesucristo.