El sábado pasado los parlamentarios votaron a favor de suspender los vuelos domésticos de corto alcance, esto es, las rutas aéreas que se pueden realizar en tren en menos de dos horas y media. Con motivo de reducir la huella medioambiental, en el marco del proyecto de Ley de Clima y Resiliencia, las rutas nacionales entre París y Burdeos, Lyon, Nantes, Rennes y Marsella podrían verse afectadas.
“Elegimos el umbral de 2:30 horas porque 4 horas dejaría territorios a menudo sin salida al mar como el gran Macizo Central… Sería injusto en términos de equidad territorial”, argumentó el ministro de Transportes Jean- Baptiste Djebbari, después de manejar una franja de hasta cuatro horas en tren para la prohibición de los vuelos nacionales.
Pese a que el Gobierno francés insiste en que esta ley supone un paso muy importante para la lucha contra el cambio climático, diversos grupos ecologistas consideran las medidas flojas, esperando más ambición por parte de las autoridades. Tampoco han faltado las protestas o la indignación de parlamentarios de diferentes bandos ante las prohibiciones de los vuelos cortos y su alternativa ferroviaria.
La votación se produjo días después de que el Estado dijera que va a conceder hasta 4.000 millones de euros para la recapitalización de Air France con el fin de ayudar a la aerolínea a afrontar las dificultades financieras derivadas del coronavirus. El sector de la aviación ha criticado que no es el momento de prohibir algunos vuelos nacionales durante la recuperación de la pandemia.
El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, aseguró el pasado 6 de abril que «el Estado no aporta apoyo financiero tan importante sin reclamar contrapartidas» y que el Gobierno exigirá mejoras medioambientales para «convertir a Air France en la compañía más respetuosa con el planeta». Eso pasa, según dijo el ministro, por «reducir a la mitad las emisiones por pasajero antes de 2030 (…) utilizar carburantes verdes, suprimir líneas cuando hay una alternativa por tren a menos de dos horas y media y renovar su flota para tener aviones que consuman menos combustible fósil».
Diversos grupos ecologistas consideran las medidas flojas, esperando más ambición por parte de las autoridades Share on X