Ha vuelto a suceder. Esta vez es la cadena de restaurantes Foster’s Hollywood la que se mofa de lo sagrado y hace de Halloween un escenario de burla hacia el cristianismo.
La imagen de cabecera retrata parte de la decoración de uno de sus restaurantes en Guadalajara, España.
Pertenece al concurso anual de decoraciones de Halloween del Grupo Alsea (dueños de esta marca de restaurantes y de otras en el mercado) y, a pesar de que digan lo contrario, no es una simple ornamentación inofensiva; pues, detrás de la exposición pública de esta figura, existe un claro y explícito rechazo hacia la verdad de la fe.
Como bien dice la Sagrada Escritura, «Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.» Sin embargo, parece que Foster’s Hollywood ha decidido apostar por un camino opuesto, promoviendo la muerte del alma y la oscuridad como valores estéticos y «divertidos.»
Una representación ofensiva
La fe no es juego.
La sociedad actual está perdiendo cada vez más la capacidad de ver lo trascendente. Más se embotan nuestros ojos de «experiencias inolvidables» y «juegos sensitivos», menos vemos. Es muy triste: vivimos en una época que promueve el olvido de Dios, que hace del miedo sin un ápice de esperanza y del mal grotesco sus ideales de entretenimiento.
Esta desatada y desenfrenada competición internacional por ocultar lo bello es el ejemplo más claro de cómo la sociedad tiene la capacidad de manipular nuestra vista, hasta poder envenenar la posibilidad de una mirada hacia la belleza. Porque hoy en día, no nos engañemos, lo bello resulta inquisitivo y algo temible.
Y es que Foster’s Hollywood, lejos de incentivar valores positivos en la sociedad y establecer respeto por una vida entregada hasta el extremo, insiste en una representación ofensiva que roza el delito de odio.
Con la excusa barata de Halloween, Foster’s Hollywood abre la puerta a burlarse de lo sagrado, de Cristo crucificado. ¿Qué despierta este odio hacia lo sagrado?
¿Por qué toda la esperanza de Cristo crucificado debe ser reinterpretada en desazón y muerte y exponerse como motivo de burla y sarcasmo?
En esta vida el dolor y el miedo son reales, pues es una parte intrínseca de nuestro existir, pero en ningún caso el miedo puede ser un fin en sí mismo y todavía peor una fuente de entretenimiento vacío.
Premio a la desesperanza
La empresa mediante este concurso (y en base a convocatorias anteriores) afirma que busca motivar a sus empleados y crear un sentido de pertenencia, pero ¿pertenencia a qué?
Foster’s Hollywood premia a quienes mejor representan la desesperanza, la muerte como condena, invirtiendo grandes cantidades de dinero en un certamen con jugosos premios económicos que celebran el feísmo, y se burlan de lo sagrado.
Resulta absurdo y bobalicón que se pretenda que estos premios logren unir a las personas, cuando lo que verdaderamente siembran es un espíritu de división y pitorreo, hacia la vida y hacia Dios.
¿Hacia donde corre alguien cuando se rompe o se asusta si no tiene esperanza, si de entrada se mofa y reniega de la trascendencia? Este «espectáculo de Halloween» carece de cualquier sentido racional, de cualquier horizonte hacia el cual dirigir los pasos, de cualquier atisbo de vida plena. Es un entretenimiento que te precipita al vacío y, sin darte cuenta, te ha robado un pellizquito de tu alma.
La belleza no aterroriza, sino que enaltece el alma. Lo bello apunta a lo divino. Y tal vez ahí, en la belleza, es donde se encuentre la verdadera pesadilla de Foster’s Hollywood.
La belleza no aterroriza, sino que enaltece el alma. Lo bello apunta a lo divino. Y tal vez ahí, en la belleza, es donde se encuentre la verdadera pesadilla de Foster's Hollywood. Share on X