HELSINKI (30 de marzo de 2022) – Un tribunal finlandés ha desestimado todos los cargos contra la diputada finlandesa Päivi Räsänen y el obispo luterano Juhana Pohjola. En una sentencia unánime, el tribunal concluyó que “no corresponde al tribunal interpretar los conceptos bíblicos”. La fiscalía ha sido condenada a pagar más de 60.000 euros en costas judiciales y tiene siete días para apelar la sentencia.
La ex ministra del Interior había sido acusada de «incitación al odio» por compartir sus opiniones basadas en la fe sobre el matrimonio y la ética sexual en un tuit de 2019, un debate radiofónico de 2019 y un libro de 2004. El obispo luterano se enfrentaba a cargos por publicar el libro de Räsänen hace más de 17 años. Su caso ha acaparado la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, ya que los expertos en derechos humanos expresaron su preocupación por la amenaza que este caso suponía para la libertad de expresión en Finlandia.
«Estoy muy agradecida de que el tribunal haya reconocido la amenaza a la libertad de expresión y haya fallado a nuestro favor. Siento que me he quitado un peso de encima tras ser absuelta. Aunque estoy agradecida por haber tenido esta oportunidad de defender la libertad de expresión, espero que esta sentencia ayude a evitar que otros tengan que pasar por el mismo calvario», dijo Päivi Räsänen tras su victoria.
El juicio, de gran repercusión, ha recibido una gran atención, sobre todo después de que la acusación atacara las enseñanzas cristianas fundamentales y preguntara al obispo luterano y a Räsänen sobre su teología en el tribunal. El fiscal comenzó el primer día del juicio argumentando que el caso no era sobre las creencias o la Biblia. A continuación, procedió a citar versículos de la Biblia y a criticar la frase «ama al pecador, odia el pecado». En su alegato final, la fiscalía alegó que el uso de la palabra «pecado» puede ser «dañina» y pidió fuertes multas en caso de veredicto de culpabilidad.
La defensa de Räsänen, apoyada por la organización de defensa legal ADF International, argumentó que declarar a Räsänen culpable perjudicaría considerablemente la libertad de expresión en Finlandia. Lo que dijo Räsänen, argumentaron, era una expresión de la enseñanza cristiana.
El Tribunal reconoció que, aunque algunos pueden objetar a las declaraciones de Räsänen, «debe haber una razón social imperiosa para interferir y restringir la libertad de expresión«. El Tribunal concluyó que no existía tal justificación.
«Acogemos con satisfacción la sentencia del Tribunal de Distrito de Helsinki. Es una decisión importante, que defiende el derecho fundamental a la libertad de expresión en Finlandia. En una sociedad libre, todo el mundo debe poder compartir sus creencias sin miedo a la censura. Esta es la base de toda sociedad libre y democrática. Criminalizar la expresión mediante las llamadas leyes de «discurso del odio» cierra importantes debates públicos y supone una grave amenaza para nuestras democracias«, declaró Paul Coleman, de ADF International.
Los dos días del juicio (el 24 de enero y el 14 de febrero) se reunieron multitudes ante el tribunal de Helsinki para expresar su apoyo a la política y al obispo. En Hungría, más de 3.000 personas se reunieron frente a la Embajada de Finlandia en Budapest para manifestarse contra las acusaciones antes de que se escucharan los argumentos finales.
Räsänen también ha recibido cartas de apoyo de muchas confesiones, como el Consejo Luterano Internacional, con obispos y presidentes de sínodos de todo el mundo, la Alianza Evangélica Europea, las Iglesias católica y pentecostal de Lituania, representantes de las iglesias evangélica, católica, baptista, pentecostal, reformada y unitaria de Rumanía, así como la Iglesia Evangélica de Macedonia, ONG cristianas de Letonia y otros particulares.
Varios senadores estadounidenses escribieron una carta dirigida a Rashad Hussain, embajador de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional, en la que expresaban su preocupación por la «alarmante» persecución de Räsänen: «Nos preocupa enormemente que el uso de la ley finlandesa de incitación al odio equivalga a una ley de blasfemia laica. Podría abrir la puerta a la persecución de otros cristianos devotos, musulmanes, judíos y fieles de otras confesiones por manifestar públicamente sus creencias religiosas», se lee en la carta.
En enero, diputados británicos presentaron una moción de urgencia en el Parlamento, en la que destacaban el controvertido procesamiento y planteaban su preocupación por «las posibles implicaciones de este caso para otros países».
Las investigaciones policiales contra Räsänen comenzaron en junio de 2019. Como miembro activo de la iglesia luterana finlandesa, se había dirigido a los dirigentes de su iglesia a través de twitter y había cuestionado su patrocinio oficial del evento LGBT ‘Orgullo 2019’, acompañándolo de una imagen de versículos bíblicos de la epístola a los Romanos del Nuevo Testamento. Tras este tuit, se iniciaron nuevas investigaciones contra Räsänen, que se remontan a un libro que Räsänen escribió hace casi 20 años.
En los últimos dos años, Räsänen asistió a varios largos interrogatorios policiales sobre sus creencias cristianas, e incluso la policía le pidió con frecuencia que explicara su interpretación de la Biblia.
En abril de 2021, el fiscal general de Finlandia presentó tres cargos penales contra Räsänen. Dos de los tres cargos a los que se enfrentaba Räsänen se produjeron después de que la policía hiciera fuertes recomendaciones de no continuar con la acusación. Las declaraciones de Räsänen tampoco infringían las políticas de Twitter o de la cadena nacional, por lo que seguían estando disponibles libremente en sus plataformas. El Tribunal de Distrito de Helsinki ha absuelto a Räsänen de todos los cargos.
Räsänen ha sido diputada del Parlamento finlandés desde 1995. De 2004 a 2015 fue presidenta de los democristianos y de 2011 a 2015 fue ministra del Interior. Durante este tiempo, fue responsable de los asuntos eclesiásticos en Finlandia.
3 Comentarios. Dejar nuevo
La justicia finlandesa ha establecido un precedente que debe resonar fuerte en la Unión europea, que en la deificación de las «disidencias» (Así se dice en Chile) han anatemizado el pensamiento cristiano.
Ha quedado claro que la incitación al odio la perpetró la fiscalía acusando sin fundamento alguno a estas dos personas de incitar al odio. La condena a pagar las costas judiciales es lo mínimo, pero esto no compensa a la diputada y al obispo del mal trago que les han hecho pasar.
Pero es que además la fiscalía cometió el mismo delito que imputaba a las personas absueltas. Al menos, el fiscal General debería dimitir, de grado o por fuerza.
Yo creo que, cuando se pierde el tiempo en estas estupideces es que no se tiene claro en qué emplearlo para beneficio de la mayoría. El lobby lgt… piensa que se puede soplar y sorber a la vez, es decir que quiere que los suyos sean iguales y a la vez diferentes de los demás, que tengan más derechos que el común. Estas gilipolleces de la progresía están dañando mucho a Europa. A la occidental porque les hace caso y a la oriental, que aún conserva un poco de sentido común, porque se la coacciona mediante el miedo del dinero a que las incorporen a sus leyes y creencias