Queja del New Ways Ministry sobre “Fiducia Supplicans”

El grupo New Ways Ministry (NWM), conocido por su apoyo al colectivo gay dentro de la iglesia, ha manifestado su descontento con el documento del Vaticano «Fiducia Supplicans», el cual ha generado tanto celebraciones como condenas dentro de la Iglesia y el cual alabó NWM en un primer momento.

Para NWM la aprobación de estas «bendiciones» es insuficiente y representa un «premio de consolación barato», una postura, que según ellos, refleja el malestar entre algunos grupos del colectivo gay que consideran que estas medidas no responden a sus verdaderas demandas.

En un artículo publicado recientemente, NWM destacó los comentarios del teólogo y escritor Brandon Ambrosino, abiertamente homosexual, quien criticó duramente Fiducia Supplicans  en un artículo para Commonweal. 

La postura del teólogo

Según Ambrosino, el mayor problema de Fiducia Supplicans radica en la jerarquización que establece entre las bendiciones. Por un lado, se ofrecen bendiciones litúrgicas a matrimonios heterosexuales, mientras que las bendiciones a las personas en relaciones homosexuales se presentan como no litúrgicas, lo cual él califica como un gesto vacío y carente de verdadero reconocimiento.

Ambrosino señala que Fiducia Supplicans permite que las personas homosexuales casadas reciban bendiciones, pero no sus uniones. Esto, según él, no es más que una concesión superficial.

Critica que el documento sugiera que las personas homosexuales solo pueden ser bendecidas si aceptan que sus matrimonios son considerados falsos o inválidos a los ojos de la Iglesia. 

Esta distinción, argumenta Ambrosino, refuerza la desigualdad en el tratamiento de las relaciones entre personas del mismo sexo frente al matrimonio heterosexual.

El teólogo también critica la ambigüedad del documento en cuanto a la naturaleza de estas bendiciones, describiendo cómo Fiducia Supplicans insiste en que las bendiciones no litúrgicas para personas homosexuales deben ser «espontáneas» y no dar lugar a confusión con las bendiciones litúrgicas reservadas para los matrimonios heterosexuales. 

El verdadero escándalo de Fiducia Supplicans radica, según él, en la concesión de bendiciones que, al estar cargadas de restricciones y condiciones, se convierten en una especie de «premio de consolación». 

El New Ways Ministry, que inicialmente había celebrado Fiducia Supplicans como un avance hacia el reconocimiento de las uniones entre personas del mismo sexo, parece haber cambiado su postura.

Para este grupo, las bendiciones no litúrgicas propuestas por el Vaticano no son suficientes para alcanzar «una verdadera igualdad y aceptación dentro de la Iglesia». 

Parece que New Ways Ministry ha olvidado la razón por la cual la Iglesia Católica no puede aplicar una bendición litúrgica a una pareja homosexual.

Está radica en la naturaleza sacramental del matrimonio. 

¿Qué es el matrimonio?

Si nos remontamos al Génesis y a la creación del hombre, observamos que la existencia de Adán como varón sólo tiene sentido en su correspondiente femenino, Eva, la mujer.

Es decir, mediante la unión de hombre y mujer el mundo personal (masculinidad o feminidad) se convierte en un mundo compartido con la otra persona y se celebra esa complementariedad.

El matrimonio es un sacramento que refleja el amor de Dios a través de la unión de hombre y mujer. La bendición nupcial, en este contexto, no es solo una oración, sino un signo del sacramento del matrimonio, por lo que no puede extenderse a uniones homosexuales.

Además, la Iglesia distingue entre la persona y la acción. Aunque una pareja del mismo sexo pueda recibir una bendición pastoral espontánea, Fiducia Supplicans en ningún caso bendice la unión en sí.

Por tanto, no se puede demandar una bendición litúrgica ya que la bendición matrimonial implica una aprobación de su unión. Además no se debe olvidar que hay prácticas católicas que no pueden ser alteradas sin rechazar la doctrina católica. 

Las bendiciones se dirigen a la obra de Dios, a la que Él calificó como muy buena, con el propósito de que alcance su plena realización bajo su guía.

Por esta razón, no es posible realizar una bendición sobre relaciones o situaciones que contradicen el orden establecido por Dios.

Nuevamente se ve que Fiducia Supplicans es doctrinalmente problemática para unos y para otros, pues ha puesto la miel en los labios al colectivo gay, que ahora apuesta por ir más allá.

El tema en cuestión, no es menor, pues  involucra tanto la ley natural como la enseñanza doctrinal sobre la santidad y el «don» del cuerpo.