Tras fracasar en las negociaciones durante el mes de junio, Renault y Nissan Motor están estudiando la forma de poder fusionarse con el gigante Fiat Chrysler (FCA). De unirse con el gigante italoamericano, el grupo superaría con creces en cuanto producción anual a Toyota y a Volkswagen. Para poder convencer a la cúpula directiva de Fiat Chrysler, se está estudiando la reducción de la participación por parte de Renault en el fabricante japonés.
Según The Wall Street Journal , la reducción de su participación actual del 43,4% en Nissan llevaría a retomar las negociaciones y acabar finales de año con un claro veredicto. Sin embargo, para proceder al cambio accionariado se necesitaría el visto bueno del gobierno del Estado Francés (propietario del 15% de Renault).
La experiencia en el mes de junio no fue buena. FCA se levantó de la mesa de negociaciones, cosa que no agradó en absoluto al fabricante galo. FCA argumenta su rechazo al hecho de que “en Francia faltan las condiciones políticas”. Por otro lado, Nissan acusa a Renault de aprovechar su debilidad y la caída del ejecutivo Carlos Ghosn para hablar sin su conocimiento con FCA. Para los franceses la explicación es clara.
En boca del ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, «faltaba por obtener un apoyo explícito de Nissan”. Sin embargo no todo el Gobierno tiene un mismo punto de vista positivo sobre estos movimientos corporativos. El ministro de Presupuesto de Francia, Gerald Darmanin, soltó en este sentido una frase muy indicativa: “estoy muy contento de que haya una industria algo patriótica que preste atención a los intereses franceses”.
El mercado de valores decidió mantener el valor bursátil de FCA, no así con Renault-Nissan. Los franceses sufrieron el desplome del 6,41% de las acciones y los nipones una caída del 1,70%.