(FANOC).- Una encuesta de la Asociación de Familias Numerosas de Catalunya (FANOC) entre 300 familias numerosas representativas muestra que casi el 60% de estos hogares consideran que reducir el horario escolar durante todo el mes de septiembre, como ha propuesto el Departament d’Educació, será un impedimento para su conciliación, ya que les obligará a cambiar horarios y en algunos casos a solicitar reducción de jornada.
La mayoría desconfía de que el Departament destine los recursos prometidos para organizar actividades extraescolares de calidad suficiente, y temen que por las tardes conviertan las escuelas en un mero ‘aparcamiento’ de niños, lo que perjudique sus oportunidades educativas.
Por estos motivos consideran que la reducción de la jornada escolar va a acabar repercutiendo en el presupuesto familiar, con un aumento del gasto que será muy difícil de asumir para unos hogares de los que, más de la mitad, declaran muchas dificultades para llegar a fin de mes.
En cambio, la mayoría considera positivo para su conciliación que el curso se adelante al 5 de septiembre en primaria, ya que se les hace muy difícil atender a los niños a la vez que trabajar durante la primera quincena de ese mes, como sucedía hasta ahora.
FANOC pide al Conseller d’Educació que suprima la jornada escolar intensiva que ha aprobado para el mes de septiembre en las escuelas de Catalunya, ya que tendrá un efecto muy negativo en las tasas de riesgo de pobreza infantil y exclusión social de los hogares con más hijos, en aumento en los últimos años. Así puede verse por ejemplo en el reciente informe de 2021 de la Fundación FOESSA donde las tasas de la exclusión social de los hogares con niños y adolescentes es del 40%, el doble que las familias sin hijos, y más intensa en los hogares monoparentales y las familias numerosas, donde 1 de cada 2 familias se encuentra ya en exclusión social.
FANOC se refiere también al reciente estudio de ESADE, en el que se constata que la jornada intensiva en las escuelas perjudica a los alumnos, las familias y la economía, ya que repercute directamente en la logística laboral de los padres y acaba generando una brecha de género y económica, dependiendo de si la familia tiene red familiar o los recursos necesarios para asumir el cuidado de los niños por la tarde.