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Expertos deforman la realidad de la baja natalidad en España con datos pseudocientíficos

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Ante el grave problema demográfico que presenta España, donde ya hay más defunciones que nacimientos, los expertos intentan encontrar soluciones para paliar el más que probable futuro colapso del sistema público de pensiones.

En ese sentido, se ha creado en el Senado una Comisión Especial sobre la evolución demográfica en España, que reúne en sus sesiones a expertos sobre la materia que analizan las causas profundas de la baja natalidad en España, donde la actual tasa de fecundidad está en 1,33 hijos por mujer en edad fértil, entre las más bajas del mundo, cuando la tasa de reposición es de 2,1 hijos por mujer.

Una de las supuestas expertas que participa en esa Comisión es Teresa Castro, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien hace un diagnóstico con argumentos pseudocientíficos que deforman la realidad de la baja natalidad en España.

Castro, que recientemente ha intervenido también en un seminario sobre fecundidad en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), asegura entre otras cuestiones que el paro es lo que impide a una mujer tener hijos; que nacen más hijos entre parejas de hecho que en matrimonios; y que la fecundidad es más alta en países más avanzados.

Para animar a las familias a tener más hijos, las políticas de las Administraciones han de facilitarles un paraguas protector
Para animar a las familias a tener más hijos, las políticas de las Administraciones han de facilitarles un paraguas protector

El trabajo no es la clave; las ayudas a la familia, sí

Según publicaba este martes el diario La Vanguardia, una de las cuestiones que plantea Castro, como uno de los “cinco falsos mitos de la fecundidad” que hay que desmontar, es que “el trabajo es la clave” para entender uno de los principales obstáculos para la maternidad.

Ella afirma que el desempleo es el primer obstáculo de la baja fecundidad en España, e insiste en que esa falta de trabajo es lo que impide a una mujer tomar la decisión de tener un hijo. De hecho, continúa, según los datos de Eurostat, las mujeres con trabajo en España tienen el doble de fecundidad que las mujeres sin trabajo, algo que no ocurre en todos los países, y pone como ejemplo Alemania, donde a criterio de ella las desempleadas son más fecundas.

Sin embargo, aunque el hecho de que una mujer trabaje o no puede incidir en su decisión de tener un hijo, el factor clave no es ese sino las políticas de ayudas a la familia. Hay que recordar que la ausencia de ayudas a la familia es una de las cinco causas de la baja natalidad en Europa.

En aquellos países donde las políticas familiares y laborales hacen compatible el ser madre con mantener su puesto de trabajo se obtienen mejores resultados, y la maternidad se puede ejercer sin ningún impedimento.

De hecho, países como Francia, Irlanda o los nórdicos, donde las ayudas a la familia están presentes, obtienen mejores resultados que otros como Alemania, que aunque ha emprendido acciones en ese sentido sigue teniendo una tasa de fecundidad muy baja (1,39 hijos por mujer), o los países del sur de Europa, como España (1,33) e Italia (1,35).

En Francia, por ejemplo, gracias a las ayudas familiares directas se ha invertido la tendencia decreciente del índice de fecundidad. En 2005 se alcanzaba el nivel de 1,99 hijos por mujer, y ya en 2006 se situaba por encima de los 2. Luxemburgo también destaca especialmente en este campo, ya que se ha convertido en el país que más invierte en este terreno respecto a sus socios europeos.

Otro ejemplo lo tenemos en Polonia, donde ante la escasa tasa de fecundidad (1,3 hijos por mujer), han decidido emprender acciones para fomentar la natalidad, y actualmente subvencionan la mitad del gasto de cada hijo.

No es verdad que las parejas de hecho tengan más hijos que los matrimonios, como afirma Teresa Castro
No es verdad que las parejas de hecho tengan más hijos que los matrimonios, como afirma Teresa Castro

“Nacen más hijos fuera del matrimonio”, una falsedad

Otra de las cuestiones que plantea Castro en su diagnosis sobre las causas de la baja natalidad es que en los matrimonios tradicionales nacen menos hijos que entre las parejas de hecho. Según la información de La Vanguardia, para ella no es cierto que el cambio familiar registrado en las últimas décadas sea causa del descenso de la fecundidad.

Más bien asegura que “nacen más hijos fuera del matrimonio, donde hay más parejas de hecho, que dentro del matrimonio, donde hay más divorcio. La diversidad familiar no llega necesariamente a tasas de fecundidad baja”.

Pero, esta afirmación es absolutamente falsa, como demuestran las estadísticas. Tanto es así que el descenso de la natalidad tiende a ser extramatrimonial, como constataba el informe ‘Nupcialidad y ruptura en Espana 2015’, elaborado por el Instituto de Política Familiar (IPF).

Algunas de las conclusiones de aquel informe apuntaban que cuatro de cada diez parejas (matrimonios y parejas de hecho) no tienen hijos. Es decir que de los 11,4 millones de parejas, más de 4,4 millones (39,3% del total) lo forman parejas sin descendencia, lo que agrava aún más la tasa de natalidad. Además, el déficit de natalidad es mayor entre las parejas de hecho. Más de la mitad (el 53%) de ellas no tienen hijos).

Al mismo tiempo, las parejas de hecho aumentan y ya son 1,6 millones, es decir el 14% del total de parejas, mientras los matrimonios aún suponen el 86% (casi 9,8 millones), añadía el estudio.

Por otra parte, otro estudio, ‘El déficit de natalidad en Europa. La singularidad del caso español’, elaborado por la Obra Social «la Caixa» en 2013, dejaba constancia de que, en contraste con las parejas de hecho, en las parejas casadas, «observamos probabilidades bastante más elevadas de tener hijos en todos los países», y que «Italia y España muestran tasas de fecundidad comparativamente más altas entre las parejas casadas: al final del quinto año, alrededor del 77% de las mujeres casadas se han convertido en madres».

Estos datos confirmaban que el incremento de las parejas de hecho es un factor negativo para la natalidad. Y este factor es aún más acentuado para España e Italia, ya que las parejas casadas en relación a las no casadas tienen más hijos, pero en el centro y norte de Europa las parejas que cohabitan tienen más hijos que en España e Italia, se acercan más a las casadas.

Tampoco es cierto que en los países más avanzados se tengan más hijos; Alemania tiene una tasa de fecundidad de 1,39 hijos por mujer
Tampoco es cierto que en los países más avanzados se tengan más hijos; Alemania tiene una tasa de fecundidad de 1,39 hijos por mujer

Otra falsedad: en los países más avanzados, más fecundidad

También llama la atención que Castro, también doctora en Sociología por la Universidad de Wisconsin-Madison y que trabajó en la División de Población de las Naciones Unidas, afirme que la baja fecundidad de España no es consecuencia inevitable del desarrollo económico “porque hay países bastante más avanzados, tipo nórdicos, donde es más alta”.

Hay que recordarle a esta experta que en los países más avanzados donde hay una alta natalidad esta no es consecuencia de su riqueza sino de las políticas de ayudas a la familia a que hacíamos referencia anteriormente.

Buena prueba de ello es la escasa natalidad de Alemania, que sigue siendo la locomotora de Europa pero tiene una tasa de fecundidad de 1,39 hijos por mujer.

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2 Comentarios. Dejar nuevo

  • jose luis Balcells Canela
    6 julio, 2017 15:57

    No puedo entender como una persona perteneciente al CSIC, pueda deformar la realidad sobre el índice de natalidad de España, que ha salido en muchísimas publicaciones, en las que se dice que es del 1,33 ,mientras es sabido que matemáticamente el índice de reposición de la población para que esta se mantenga fija siempre se ha cuantificado en el 2. Matemáticamente es insostenible decir que la población crece, pues ademas coincide que la población actual en España, está predominantemente constituida por gente de edad, es decir que aunque haya crecido la pervivencia hasta los 78 años en hombres y se acerca a los 84 años en las mujeres, hará en poco tiempo aumente notoriamente el número de fallecidos, mientras no aumentará en el numero necesario el nº de nacidos. Sino se ayuda, como debe a las familias, no se conseguirá un Estado en el que se mantenga, el «estado de bienestar»de su población que falsamente prometen algunos políticos, quedando todo, en buenos deseos y nada mas.

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  • Francesc Martínez Porcell
    6 julio, 2017 17:01

    Es muy triste constatar que en España se haya vivido del cuento chino sin hacer políticamente nada para reconvertir el sistema inicial de reparto de la Seguridad Social en un sistema de inversión, eliminando al mismo tiempo las ayudas sociales existentes en precario, pero existentes, para tener hijos. Además cargándose los beneficios fiscales, en materia de seguros personales de vida y ahorro iniciados con la Ley 50/1980 de 8 de octubre, que eran de aplicación en toda operación de ahorro, mal denominada seguro de jubilación, al servicio de la banca y en contra de las entidades aseguradoras. La pirámide de inversión matemática entre población currante y jubilada en relación a la naciente, ya la anunciábamos para el inicio de la década de los años veinte del siglo XXI, en la década de los años 80 del siglo XX. Se ha anticipado un poco gracias a la mano de obra cotizante de los paises latinoamericanos. De lo contrario hubiera llegado antes. La tasa matemática de natalidad que asegura la pervivencia de una población de origen es la de 2.1. España tiene la más baja de Europa, Europa tiene la más baja del mundo. Dentro de España Catalunya ostenta la más baja con la ciudad de Barcelona a la cabeza. Por tanto la ciudad de Barcelona ostenta desde hace años la tasa de natalidad más baja del mundo.

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