¿Cuáles son las cifras que arrojan los países en los que es legal la eutanasia? ¿La cultura de la muerte que establece esta práctica incrementa la misma? ¿Qué impacto tiene la eutanasia en las sociedades en las que se ha introducido? El Obispado de Sant Feliu de Llobregat, en Barcelona, ha difundido un texto en el que muestra las cifras.
Delegació Diocesana de Mitjans de Comunicació del Obispado ha enviado una recopilación de cifras y datos sobre los principales países donde la eutanasia es legal.
El motivo ha sido la celebración de la “Pascua del enfermo”, que ha tenido lugar este el domingo 22 de mayo, que propone el lema “Acompañar en el sufrimiento”. La recopilación de cifras pretende, según el Obispado «contribuir a un debate sereno y realista».
Un gran número de los datos recogidos en lo que se ha dado en llamar “Eutanasia en cifras: argumentos para el debate” son obtenidos de los organismos oficiales del país correspondiente, otros de publicaciones prestigiosas, de centros de investigación y de algunos medios de comunicación. Las fuentes de información pueden consultarse a través del enlace que se indica en la bibliografía del documento.
Algunos puntos que destaca el propio Obispado son que «Una minoría de países, sólo ocho países en todo el mundo tienen legalizada la eutanasia».
Además, destaca a tres países, que demuestran que la práctica de la eutanasia se ha disparado: en Bélgica, la eutanasia se ha multiplicado por más de 10 veces en 18 años, de 235 a 2.699 casos; en Holanda la eutanasia se ha incrementado más del 400% en 18 años, de 1.815 a 7.666; y en Canadá la eutanasia ha aumentado más del 250% en tres años, de 2.838 a 7.595.
de 235 a 2.699
«En Bélgica casi la mitad de las enfermeras han participado en eutanasias sin la petición explícita del paciente. En la región de Flandes, en 2013, se estima que se aceleró la muerte sin petición explícita a 1.047 pacientes. En Holanda se reconocen 431 personas a las que se “finalizó la vida” sin requerimiento explícito en 2015», afirma el Obispado en relación al estudio.
Además, se apunta el negocio en que se ha convertido esta práctica: «En Holanda, una clínica especializada en aplicar la eutanasia, recibe de las compañías de seguros 3.000 € por cada eutanasia. El Parlamento de Canadá prevé una reducción del gasto sanitario de casi 100 millones de euros por la aplicación de la eutanasia durante el año 2021».
Una de las cuestiones que más riesgo asociado tiene el hecho de que España se haya sumado a los países que tienen una Ley de eutanasia es que, sin embargo, no tiene una Ley de cuidados paliativos, que si bien se inició con Ciudadanos, no ha llegado a buen puerto. Esa situación asimétrica no garantiza buenos cuidados paliativos en as autonomías y aboca al paciente que sufre a la eutanasia como única solución para poner fin a su dolor.
«No existe una ley de cuidados paliativos en España que asegure esta atención médica -afirma el Obispado-. Se calcula que el 60% de los enfermos que necesitan cuidados paliativos específicos no los reciben, unos 77.000. España ocupa el puesto 31 de Europa en equipamientos de cuidados paliativos, situado entre Rumanía y Moldavia«.
Esta recopilación de datos ha sido preparada con la colaboración de la Asociación Catalana de Estudios Bioéticos (ACEB) y está disponible en catalán, castellano e inglés. También pueden solicitarse ejemplares impresos en castellano o en catalán.
