La reciente propuesta de la ministra Mónica García para incluir las enfermedades mentales como criterio válido para solicitar la eutanasia en España es un paso mas en el camino abierto hacia la cultura de la muerte.
Incluye enfermedades mentales
Bajo esta iniciativa, enfermedades como el autismo, el TDAH, la esquizofrenia y el trastorno bipolar podrían ser causas suficientes para acceder a la eutanasia, a pesar de que quienes toman la decisión a menudo no son los propios pacientes, sino terceros.
La situación en los Países Bajos ilustra el peligro de seguir este camino. Dos recientes casos de eutanasia en Holanda han reabierto el debate sobre la descontrolada situación que se esta viviendo allí.
En primer lugar, la noticia de que el ex primer ministro Dries van Agt y su esposa Eugenie Krekelberg decidieron morir juntos ha revelado un ‘boom’ de las eutanasias en pareja en el país.
En segundo lugar, la historia de Zoraya ter Beek, una joven de 28 años que, a pesar de estar casada y enamorada, optó por la eutanasia debido a una depresión paralizante, autismo y un trastorno límite de la personalidad, sin padecer ninguna enfermedad física ni terminal. Estos casos no solo destacan la falta de control en la aplicación de la eutanasia, sino que también subrayan la creciente aceptación y normalización de la misma para casos de enfermedades mentales.
Peligroso camino
España parece estar siguiendo este peligroso camino. En 2022, el primer año completo de la ley de eutanasia, se registraron cerca de 300 muertes, un aumento significativo respecto a las 59 del año anterior.
Ahora, bajo la dirección de Mónica García, el Ministerio de Sanidad está trabajando en una reforma del Manual de Buenas Prácticas de la Eutanasia para incluir la enfermedad mental como causa legítima para solicitar el suicidio asistido. Esta propuesta, aunque excluye la depresión y la ansiedad leves, abre la puerta a un peligroso precedente donde la eutanasia se convierte en una solución aceptada para una amplia gama de enfermedades mentales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica una variedad de trastornos mentales que podrían entrar dentro de este criterio, incluyendo trastornos del neurodesarrollo como el autismo y el TDAH, trastornos de comportamiento disruptivo y disocial, trastornos del comportamiento alimentario, esquizofrenia y trastorno bipolar. Incluir estos trastornos como causas para la eutanasia es una clara señal de que se está priorizando la eliminación de la dignidad y el apoyo a las personas, en lugar de proporcionarles el cuidado y tratamiento adecuados.
Pendiente resbaladiza
Es crucial señalar que, en la mayoría de los casos, no es la persona que padece la enfermedad mental quien decide por su vida, sino un tercero. Esto plantea serias cuestiones éticas sobre la autonomía y el consentimiento informado. La propuesta del Ministerio de Sanidad es, por tanto, profundamente perversa.
La propuesta de incluir las enfermedades mentales como criterio para la eutanasia es una pendiente resbaladiza que desvaloriza la vida humana y ataca a la ética médica. España debe reconsiderar esta iniciativa y centrarse en proporcionar un apoyo integral y tratamiento adecuado a quienes sufren enfermedades mentales, en lugar de optar por soluciones alineadas con la cultura de la muerte.
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A la vez que trabajan en prevenir los suicidios, los facilitan y suministran. No es paradoja, es estrategia. Estas muertes no contarán como suicidios, con lo cual bajará su número en las estadísticas y subirá el nivel de salud mental de los españoles.
Para convertir a una sociedad en saludable no hay como eliminar a los enfermos crónicos y recalcitrantes, que son inútiles y solo gastan sin aportar nada. Esta práctica redunda en poder dedicar los recursos que se malgastan en ellos a los enfermos curables y útiles a la sociedad.
Este tipo de cálculos presupuestarios ya se hacían en Alemania en tiempos del nacionalsocialismo. Solo que entonces era el sistema sanitario del Estado el que determinaba a quienes había que suicidar y los eutanasiaba quieras que no. En la España actual este procedimiento resultaría impracticable, porque, a diferencia del aborto, no habría manera de disimular que se violan los Derechos Humanos. La solución ha sido la muy democrática ley de Eutanasia, en la cual no es el Estado el que la impone sino que la solicitan los propios enfermos. Esta ley, convenientemente ampliada, y en sucesivas inclusiones, como la que se propone ahora, dejará a España limpia de esos enfermos molestos y onerosos que se resisten a curarse.
Lo que falta por ver si se atreverán a incluir la disforia género entre las enfermedades mentales susceptibles de “eutanasia”. Deberían, porque el tratamiento médico que se proporciona a los niños y adolescentes con este trastorno es mucho peor que la muerte.
Hace muchos años estaba en contra del suicidio,crecí en un ambiente religioso,me crié así con esa educación y mi familia tanto como yo somos muy devotos,hace poco,como dos años,volví a caer en una depresión severa,ansiedad por un estres postraumático,estuve en el lugar de muchas personas que luchan dia a dia para poder despertar e incluso el solo hecho de arreglar su cama,que habitualmente es una accion que no cuesta nada,pero es tan complejo como afecta a cada persona,no es algo fácil y sé que todos los han pasado y es admirable aquellos que siguen resistiendo y tratando de sanar,nadie merece vivir sufriendo,eso no es vida,no tiene sentido que una persona siga existiendo para sufrir por mas intentos y esfuerzos que ha hecho y nadie quiere morir,pero no quieres vivir esa realidad insoportable todos los días,además de que la sociedad puede llegar a ser muy cruel por muchas razones,la falta de empatía,de ponerse en el lugar del otro,son valores que no todos poseen y ahí está la diferencia de pensamiento y acciones,que está bien,pero si no se está de acuerdo con algo por lo menos que se respete mutuamente la opinion de cada uno,sin juzgar a nadie,no es tu vida,no es tu realidad,es de esa persona y solo ella sabe dolor que siente,si a ti no te afecta no hay necesidad de criticar de forma deconstructiva.
Sufro esquizofrenia e insomnio crónico que cada día va a más,ojalá pudiera optar por la eutanasia,muchos hablan de dignidad,pero yo me pregunto que es la dignidad?para mí la dignidad es poder irme despidiéndome de mis familiares y no dejarles un cuadro en mi último día de vida,mi sufrimiento es cada día mayor…