Los resultados de varios estudios sobre los retos que nos plantea la eutanasia han resultado ser chocantes. Según varias investigaciones, realizadas en el Centro Federal de Expertos en Atención de la Salud (KCE), en la Fundación King Baudouin y en el corazón de Inami (en un informe secreto), el 40% de los belgas considera seriamente que para mantener el equilibrio de la seguridad social se podría «no administrar más tratamientos costosos que prolongan la vida a las personas de más de 85 años».
En este sentido, se plantearía un medicamento de dos niveles, entre los pacientes que tienen que conformarse con la seguridad social y aquellos que pueden pagar medicamentos u operaciones no reembolsadas a los que ya no tendrían acceso. En los Países Bajos, los marcapasos ya no se colocan, por ejemplo, a partir de los 75 años, ya que el dispositivo supera con creces las expectativas de funcionamiento del paciente.
En comparación, solo el 17% de los encuestados dice que ya no reembolsaría los costos de enfermedad o accidente que son consecuencia de la conducta personal (tabaco, obesidad). El mismo estudio muestra que solo el 35% de los ciudadanos belgas son favorables a seguir con la atención vital de los ancianos mayores de 85 años.
La lógica de la eutanasia, que también pasó en Holanda
Precisamente, algo muy parecido pasó recientemente en Holanda. El Ejecutivo de los Países Bajos ha encargado una investigación, que fue publicada hace dos semanas para sondear la opinión de la gente mayor ante una eventual eutanasia en el caso de considerar “completado” su ciclo vital.
Aunque no se ha formalizado en Ley y no se plantea su aplicación, sí que se ha estudiado su aceptación por parte de los holandeses. Eso ya revela una específica visión y no puede ser inocente.
En ese sentido, un país que culturalmente ha aceptado la eutanasia como forma social considerada, no deja de ser un experimento para entender cuáles son los pasos siguientes que se plantea. Es por eso que ese informe del Gobierno revela las consecuencias de la misma. Ahora, Bélgica se añade a esa tendencia.
La idea no es nueva, viene de hace cuarenta años atrás, cuando Huib Drion fue un juez del Tribunal Supremo holandés, profesor de derecho, ensayista y académico lanzó la idea de que el Estado debería poner a disposición de los ciudadanos que han cumplido los 70 años una píldora letal, para que pudieran decidir en qué momento quieren acabar de vivir.
El argumentario de e-Cristians contra la eutanasia
Esta semana e-Cristians lanzaba un documento en el que con el título «Argumentario nº 1 de e-Cristians contra la eutanasia» se ofrecen hasta veinte arumentos en contra de la eutanasia.
La asociación plantea que lo que es moralmente aceptable y deontológicamente aplicable para las profesiones sanitarias, ·es que ante un paciente en situación terminal se actúe o se deje de actuar con la intención de prestarle el mejor cuidado permitiendo la llegada de la muerte». Por el contrario, «cuando se hace algo o se deja de hacer con la intención directa de producir la muerte, entonces resulta moral y deontológicamente rechazable y esto es precisamente lo que promueve el proyecto de ley español sobre la eutanasia».
Según e-Cristians «la diferencia radica en el fin: prestar el mejor cuidado, y esto en términos de hoy son los cuidados paliativos, o bien matar en lo que ahora se conoce como eutanasia».
Por su parte, el presidente de e-Cristians explicaba en su carta semanal que la eutanasia es un desafío bioético que desafía a todo el mundo.
La AEBI considera a la eutanasia «injusta»
Por su parte, la Junta de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica (AEBI) hizo público un comunicado en relación con la proposición de Ley presentada por el PSOE en el congreso de diputados sobre la Eutanasia.
El comunicado afirmaba «que la regulación de la eutanasia es una medida injusta, insolidaria y favorecedora de la desigualdad social, en cuanto se convierte en un instrumento de presión frente los más débiles y vulnerables».
Según la AEBI esto aun es más grave «cuando las instituciones públicas no han puesto de forma completa y suficiente todos los medios sanitarios y sociales para ayudar a los ciudadanos a vivir con dignidad el proceso final de la vida. En concreto, aliviando el sufrimiento mediante cuidados paliativos eficaces aplicados por profesionales capacitados».
No cabe duda que el debate sobre la eutanasia se ha iniciado en España, ya que en la actualidad hay un gobierno con el firme propósito de llevar su legalización a cabo con todas sus consecuencias.
2 Comentarios. Dejar nuevo
Es lamentable cómo avanza la horrorosa sombra anti-vida y se le da prioridad a que ‘cuadren las cifras’ de una seguridad social excluyente e inhumana. La promoción de la homosexualidad y del aborto, así como el animalismo exacerbado atentan también contra la vida humana.
Ahora el tope lo ponen a los 85, pero irán bajando… para que cuando la gente se jubile, ¡la eutanasia y listo! ¡una paga menos!
¡Dios mío,una sociedad laicista, es una sociedad sin presente ni futuro!