Los pasados viernes y sábado se celebró en Valdemoro y el Cerro de los Ángeles (Getafe) el Encuentro nacional de Congregaciones marianas. Participaron más de 400 personas de la Congregación Mariana de la Inmaculada, de Valdemoro; la de la Inmaculada y San José y la de la Inmaculada y Santa Juana de Lestonnac, de Talavera de la Reina; las de la Asunción y San Fructuoso, San Pedro Canisio y San Juan Berchmans, de Madrid; la del Purísimo Corazón de María de San José de Cluny, de Pozuelo de Alarcón; la de Mater Salvatoris y San Francisco Javier, de Aravaca-Madrid; la de María y Teresa, de Madrid; y la de la Asunción de Nuestra Señora y San Pedro Canisio, de Valencia.
Los más jóvenes comenzaron desde la noche del Viernes en el Colegio de Nuestra Señora de Valdemoro con una adoración que se extendió toda la noche y que comenzó con una Hora Santa predicada por el Padre Francisco Fernández Perea, director espiritual del Seminario de Getafe.
El sábado por la mañana hubo una presentación de cada una de las Congregaciones participantes, su vida y misión; seguida de una conferencia sobre la vida del congregante en el Corazón de Cristo al cargo del P. Fernando González Gil, religioso Discípulo de los Corazones de Jesús y María.
La mañana terminó con una Hora Santa en la que el P. José María Alsina Casanova, superior general de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, reflexionó sobre la sed de amor nuestro que Dios tiene y la lamentable indiferencia con la que le responden a veces las almas más cercanas, incidiendo en la llamada a su intimidad y a consolar al Cristo sufriente con la entrega.
Tras la comida y el Rosario, se organizaron tres mesas redondas sobre la cristianización de la familia, la empresa y la universidad.
El día terminó en Cerro de los Ángeles donde Monseñor Gines García Beltrán presidió la celebración de la Santa Misa, y acompañó la consagración de los cientos de congregantes participantes al Corazón de Jesús. Monseñor García Beltrán destacó que el agradecimiento por el centenario de la consagración de España al Corazón de Jesús nos debe llevar al ser testigos hoy. Insistió en que los congregantes lleven al mundo la gloria de Dios con una palabra de verdad y de consuelo, y con el testimonio de una vida verdaderamente cristiana. E invitó a todos a hacerlo en María y con María, porque “donde está María nunca se apaga la fe”.
