Hace una semana se inició la campaña de ayuno y oración de 40 días por la vida por el fin del aborto. La campaña consiste en rezar en turnos de una hora y en grupos de entre 2 y 5 personas, en la acera de enfrente de las clínicas abortistas en 20 ciudades de España.
El rezo en la vía pública viene amparado por los siguientes derechos fundamentales reconocidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales: derecho de reunión, de libre circulación, de libertad religiosa y de culto, de expresión, entre otros.
La reforma del Código Penal por la Ley Orgánica 4/2022, que introduce el delito de acoso a las mujeres que pretenden abortar, no afecta en absoluto a las campañas, que lo son única y exclusivamente de estricta oración en la vía pública, bajo las normas de comportamiento de la declaración de paz a las que se comprometen los voluntarios, y sin interactuar con las mujeres que van a abortar o los trabajadores de los abortorios.
Durante los primeros días de campaña varias clínicas, ante la presencia de voluntarios rezando, han llamado a la policía pretendiendo la aplicación del nuevo delito de acoso; ante la comprobación por la Policía de la conducta pacífica de los voluntarios, éstos han podido seguir rezando.
Sin embargo, en Vitoria, los abortorios Askabide han denunciado a los voluntarios, y han publicado varias noticias falsas en prensa (Cadena Ser, El Correo, Gasteizberri.com…) bajo titulares sensacionalistas, acusando a los voluntarios de organizar escraches y manifestaciones frente a su establecimiento.
Ante las constantes llamadas a la policía por parte de Askabide, y la presión mediática, la directora de la Ertzaintza ha dictado una resolución que prohíbe a los voluntarios de 40 días por la vida rezar frente al abortorio Askabide, ordenando que se retiren a rezar a unos 200 metros, en el lugar indicado en la resolución o en el que en cada momento indiquen los agentes.
Dicha resolución de la Ertzaintza no responde a ninguna razón de orden público ni tiene respaldo legal, vulnera derechos fundamentales de los ciudadanos, y desconoce la jurisprudencia al respecto, por lo que va a ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
Ante esta situación, en que priman los intereses económicos de la clínica abortista Askabide sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos vascos, la organización de 40 días por la vida tiene la firme determinación de hacer valer el derecho de los voluntarios de rezar en la calle frente a los abortorios, por lo que ejercerá las acciones legales que en cada momento corresponda como es en el caso de la Ertzaintza.
40 días por la vida hace un llamamiento a todos los voluntarios a seguir rezando en las campañas con más ilusión y perseverancia si cabe, pues “rezar salva vidas”, como la de dos gemelos rescatados de las garras del aborto ayer en Barcelona.