Incluidas en la obra «En diálogo con su propio tiempo», esta conversaciones, que forman parte de una colección de 39 entrevistas a Benedicto XVI recopiladas a lo largo de décadas, abordan cuestiones cruciales sobre la crisis moderna de la fe, el impacto de la exégesis bíblica y las divisiones dentro del cristianismo.
La inéditas entrevistas han sido incluidas en la obra «En diálogo con su propio tiempo» realizadas entre 1968 y 2004 formando parte de uno de tomos de «Opera Omnia». El principal valor editorial se centra en tomo, que recoge las entrevistas inéditas en diferentes idiomas y distintos al alemán.
La obra, publicada hace unos días en su versión italiana, reúne más de 500 páginas con las entrevistas realizadas durante décadas. En España se van publicando poco a poco las obras en la Biblioteca de Autores Cristianos.
Una de las más destacadas es la entrevista con Guido Horst para Die Tagespost, que presenta por primera vez en italiano, francés e inglés extractos relacionados con tres cuestiones cruciales: las razones de la crisis de la fe en nuestro tiempo, el conflicto entre el Jesús de los Evangelios y el «Jesús histórico» y la falta de comprensión de la realidad sacramental de la Eucaristía.
La transformación de la fe en la modernidad
En la entrevista con Guido Horst de la que se han hecho públicos algunos extractos en los medios (ver aquí), el cardenal Ratzinger explora cómo la percepción de la fe se ha degradado drásticamente desde la Ilustración.
Señala que, históricamente, la creencia en Dios era algo casi evidente.
La creación misma refleja una inteligencia divina que guiaba todo.
Sin embargo, con la llegada de la modernidad, este paradigma se revirtió. «Hoy, todo, al parecer, se explica a nivel material. La hipótesis de Dios… ya no es necesaria», afirma el cardenal Ratzinger.
La ciencia ha reclamado un lugar de autoridad suprema en el pensamiento contemporáneo, reduciendo la posibilidad de reconocer a Dios como el fundamento último de la realidad.
Esta mirada materialista no solo ha desplazado la fe del ámbito público, sino que también ha impuesto un reto adicional para los creyentes. «La fe exige un compromiso mucho mayor», explica Ratzinger en la entrevista, subrayando que los cristianos de hoy necesitan el coraje para resistir las certezas aparentes de la cultura materialista.
Además, el por entonces cardenal, sostiene que la imagen del mundo se ha invertido, y la fe requiere un acto consciente de resistencia frente a la ciencia que parece dictar la última palabra en todas las cuestiones. Esta cuestión es vital pues ha hecho que acercarse a Dios sea mucho más difícil.
La exégesis Bíblica: entre la iluminación y el riesgo
Otro tema central de la entrevista con Guido Horst es el impacto de la exégesis bíblica histórico-crítica en la fe. Este método, que analiza los textos bíblicos en su contexto histórico y literario, ha transformado profundamente la forma en que las Escrituras son entendidas en las iglesias católica y protestante.
Si bien Ratzinger reconoció su valor al proporcionar conocimientos esenciales sobre la formación del texto sagrado, también advirtió sobre sus peligros.
«El problema de la exégesis histórico-crítica es naturalmente gigantesco», señala. Ratzinger criticó cómo este enfoque, al ser mal aplicado, fragmenta el mensaje del Evangelio y genera dudas en los cristianos sencillos. Particularmente preocupante para el es su uso en la catequesis, donde se priorizaron hipótesis académicas sobre la tradición de la Iglesia, debilitando así la fe.
No obstante, Ratzinger no aboga por desechar la exégesis moderna, sino por integrarla en un marco de fe. «Sería un error condenar de manera general la exégesis histórico-crítica», dice. Este enfoque, según él, debe ser complementado por la interpretación de la Iglesia, que actúa como la constante auténtica que guía a los fieles hacia la verdad revelada.
«La historia de la exégesis es un cementerio de hipótesis», observa Ratzinger, refiriéndose a cómo muchas de estas interpretaciones reflejan más bien las ideologías contemporáneas y no la verdadera voz de las Escrituras. Pide ser escéptico ante las afirmaciones de certeza científica e insta a confiar en la fe de la Iglesia.
La centralidad de Cristo y las divisiones teológicas
En el corazón de las reflexiones de Ratzinger está la figura de Cristo tal como se presenta en los Evangelios. «El verdadero Jesús sigue siendo el Jesús que nos presentan los Evangelios».
El cardenal también aborda las divisiones teológicas entre católicos y protestantes, con especial énfasis en la Eucaristía y la autoridad de la Iglesia. Critica la tendencia de algunos sectores protestantes a minimizar aspectos esenciales de la Eucaristía, como la sucesión apostólica y la oración de consagración, insistiendo en que «la Eucaristía es más que una cena. El sacrificio de Cristo está presente».
En cuanto al principio protestante de sola Scriptura, Ratzinger lo considera un peligroso camino hacia la fragmentación de la fe, ya que elimina la autoridad de la Iglesia para interpretar las Escrituras de manera comunitaria. Según él, «una Iglesia que no nos garantiza una fe común no es una Iglesia».
Un legado teológico duradero
La entrevista concluye con una revelación personal del cardenal: había comenzado a escribir un libro sobre Jesús en agosto de 2003, con la intención de mostrar cómo las Escrituras presentan una figura viva y armoniosa de Cristo.
Este trabajo se convertiría en su aclamada trilogía Jesús de Nazaret, cuyo primer volumen se publicó en abril de 2007.
Las reflexiones de Ratzinger en esta entrevista no son solo una defensa apasionada de la fe católica, sino también una invitación para los creyentes y no creyentes a un diálogo profundo sobre la fe, la razón y el sentido último de la existencia. Para Ratzinger, la verdadera lucha por Jesús es una que se librará tanto en el corazón de cada persona como en el campo de las ideas, buscando siempre a ese Jesús que es más que una figura histórica: el Jesús vivo que nos presentan los Evangelios.