El Parlamento Europeo ha dado luz verde a una disposición que obligará a las plataformas de contenido audiovisual, como Netflix o HBO, a incluir en su oferta al menos un 30 por ciento de producción europea.
Habrá a quien le parezca una medida excesivamente proteccionista, pero se trata de proteger nuestra industria al mismo tiempo que se incentiva la calidad de nuestros productos. Un ejemplo real y tangible de lo que significa legislar en favor de los intereses de los europeos.