Se aproxima el final del Sínodo sobre los jóvenes y sus esperadas conclusiones también. En ese preciso punto se encuentra el evento, que acaba de presentar el borrador del documento final a los padres sinoidales sobre los trabajos realizados a lo largo de las últimas intensas jornadas desde el 3 de octubre. El próximo 28 del mismo mes concluirá.
25 días que ya han dado de sí el borrador del Documento Final que todavía está reservado para los participantes del Sínodo y los 252 padres sinoidales que lo integran. El documento conformaría un verdadero documento de éxito sinoidal por las voces, posturas y aproximaciones que contiene con respect a la figura de los jóvenes en la Iglesia católica.
Uno de los documentos de referencia en la construcción del documento habría sido el Instrumentos Laboris, texto básico de referencia, que se basa en los dos años de escucha a los jóvenes, que ha servido de discernimiento al Borrador final desarrollado por los padres sinoidales. Ambos documentos dan «una visión de la complejidad de las cuestiones planteadas y de los dinamismos existentes en el proceso de abordaje de las mismas: deben ser leídos en conjunto –precisa el cardenal Sergio da Rocha, el Relator General– porque entre ellos hay una referencia continua e intrínseca». Además del Instrumentum Laboris, las fuentes del Documento Final son también las intervenciones, los informes y los «modos» o enmiendas resultantes de los trabajos del Sínodo.
Un Sínodo sobre los Jóvenes basado en el Instrumentum Laboris
Para intuir algunas de las conclusiones de ese borrador, por lo tanto, es necesario abordar el Instrumentum Laboris, que se divide en tres partes, «reconocer, interpretar, elegir». El documento refleja la estructura del pasaje de los discípulos de Emaús: «Caminaron con ellos», «se les abrieron los ojos» y finalmente «se fueron sin demora». Los temas de ese documento construido a partir de los jóvenes está presente, por lo tanto en el Documento final y ha sido discutido y abordado a lo largo de esta veintena de jornadas.
El texto, dividido en 173 párrafos, –señaló el cardenal Da Rocha– es «el resultado del trabajo en equipo, los autores son los Padres sinodales, los participantes en el Sínodo y especialmente los jóvenes». El borrador, aún reservado, ha sido entregado y ahora se presentarán propuestas de adiciones y enmiendas. El primer y principal destinatario del Documento Final –recordó el Relator General– es el Papa. Con la aprobación del Pontífice, «se pondrá a disposición de toda la Iglesia, de las Iglesias particulares, de los jóvenes y de todos aquellos que se ocupan de los jóvenes en la pastoral juvenil y vocacional».