Por Domingo Martínez
Hace unos días enviaba un escrito sobre los refranes y el saber popular. Y es que ciertamente algunos los utilizan mal. Los dos protagonistas de El Quijote utilizan refranes, pero Don Quijote lo hace con más mesura y criterio. Por eso corrige a su fiel escudero de este modo: “Mira Sancho, yo traigo los refranes a propósito y vienen, cuando los digo, como anillo al dedo; pero tú los traes tan por los cabellos que los arrastras y no los guías. Si no me acuerdo mal, otra vez te he dicho que los refranes son sentencias breves sacadas de la experiencia; y el refrán que no viene a propósito antes es disparate que sentencia.”
Algunos refranes de El Quijote están incorporados al lenguaje coloquial de nuestro tiempo. Por ejemplo, los siguientes: a Dios rogando y con el mazo dando; la codicia rompe el saco; quien busca el peligro en él perece; donde una puerta se cierra otra se abre; quien bien te quiere te hará llorar. Seguro que si no los hemos utilizado los hemos oído alguna vez, yo sí, especialmente a mí abuelo, hombre sabio en el pueblo.