El día 28 de septiembre por la mañana consideré oportuno acudir a una oficina en la que no había estado nunca. Era una sala de espera amplia con asientos y con pantalla, con reflejo del número de atención según ticket obtenido previamente en la máquina expendedora. Hasta aquí nada de especial. Está ubicada en distrito municipal de Barcelona Sant Gervasi-Galvany, antesala del barrio de Sarrià.
Es el distrito que al salir del FGC en la estación de Gracia se expande por atrás hacia la calle Balmes y sigue. Por delante el actual templo parroquia de la Adoración Nocturna sustituto del templo expiatorio del Tibidabo y el barrio de Gracia. Le cogí manía a este barrio de Sant Gervasi después de que en un prestigioso colegio de Sarrià le recetasen a mi hija mayor el infame libro “El noi de la moto” ambientado en este barrio.
Acudí a la única oficina para renovación o expedición de tarjetas de los ferrocatas, del FGC www.fgc.cat , a renovar mi tarjeta B. Existe la A y existe la B. A mí me corresponde la B. La Gencat considera oportuno su caducidad cada 5 años. Tramité dos tarjetas en la desaparecida pequeña oficina subterránea de Plaza Cataluña antes del acceso a los andenes. Tramité luego una en la pequeña oficina todavía operativa algo más grande en la entrada al FGC de Balmes-Pelayo nada más bajar las escaleras.
Tal vez por fatiga de pandemia y por aquello de ir demorando, y por consiguiente pagando sin descuento, mi tarjeta estaba caducada hace dos años. Cuando era niño este transporte era el tren de Sarrià. Luego lo alargaron hasta Sant Cugat del Vallés. Y luego hasta Terrassa por un lado y hasta Sabadell por el otro con parada más notable en Sant Cugat del Vallés. El ferrocata es un tren que funciona muy bien. Desde la estación de Rubí tarda 30 minutos hasta Plaza Cataluña de Barcelona.
Son trenes puntuales que llegan a la hora. Me vale mucho la pena pagar el 50% para ir a Terrassa con billete 1 zona para mi atención médica neurológica y para ir a Barcelona con billete 2 zonas cuando me conviene. El billete de ida del día 28 me costó 3,40€; el de vuelta dos horas más tarde me costó 1,70€. La tarjeta es de plástico duro como las bancarias. Se inserta en la máquina expendedora. Puedes comprar tarjetas de 10 viajes y billetes sueltos. Con la tarjeta de 10 viajes se pueden efectuar transbordos a metros y autobuses en la ciudad de Barcelona.
Ilustro este escrito con fotografía de la oficina de la calle Avenir vista desde su lateral de la calle Denia. ¡Fácil cuando lo sabes y lo experimentas! Sales del FGC a la calle en la estación de Gracia, caminas por la calle inmediatamente colindante a la derecha de Mariano Cubí, cruzas Balmes y a la izquierda desciendes por calle Denia cuando te encuentras con ella. La entrada está en la esquina inmediata de la calle Avenir. En la calle Denia figura el letrero de qué va la oficina. Por la calle Avenir no hay ninguno, solo la puerta de acceso. Por la calle Denia no hay tránsito notable de vehículos y peatones. Adjunto fotografía con el letrero.
Para tener derecho al descuento del 50% en el FGC hay que acceder personalmente a esta oficina cada 5 años. ¡Está escondida y me costó dar con ella! Estaba llena de personas mayores esperando sus turnos de atención presencial. Hasta cierto punto es lógico la caducidad cada 5 años. Es el modo que nadie cercano se aproveche de la tarjeta cuando algún titular fallece. ¡Tal vez esta sea la razón de tener que pagar 5 euros cada 5 años por una tarjeta nueva expedida al momento!
