El hombre siempre propone en el uso de su libertad. También en el ámbito reducido de su actuación individual familiar. La libertad no consiste tanto en hacer lo que uno quiere o elije para sí, sino en aceptar lo que Dios -en su Providencia- ha dispuesto para mí. Subordinar el propio querer al querer de Dios en mí es el quid de la libertad humana.
A nivel nimio acontecen cosas que uno ni siquiera espera. Por ejemplo un caso mío reciente. ¿Es bueno o es malo estar hospitalizado en plenas celebraciones navideñas? Vía urgencias y con fiebre es bueno, aunque fastidie a uno mismo y al prójimo inmediato.
El último día del año 2018 me atendieron por la mañana en urgencias en mi CAP asignado. No se atrevieron a pronunciar el diagnóstico y me remitieron con urgencia al centro hospitalario de zona. Me atendieron a las 15:45. La subida notable de fiebre tuvo lugar en el servicio de urgencias hospitalario antes de ser atendido la tarde de este día. A eso de las 20 horas estaba en camilla en box con una fiebre de 39,3 grados.
Nochevieja, Año Nuevo, Reyes Magos hospitalizado con subidas y bajadas de fiebre hasta su estabilización y desaparición y respirando oxígeno. El diagnóstico es técnicamente complicado. Se denomina neumonía. Provoca fiebre leerlo. ¿Tan difícil es pronunciar el vocablo pulmonía? A la doctora que aparece en el vídeo de este último link no le resulta difícil pronunciar este vocablo. Me corresponde por tanto estar quieto parao en mi casa con ingestión de antibióticos durante unos días. Me corresponde iniciar mi ritmo redactor 2019 en estas condiciones.
Me corresponde hacer otra cosa: escribir un pequeño librito acerca del hábito de fumar y la capacidad para dejarlo. Gracias a Dios soy de nuevo exfumador desde el 31-12-2018 por la mañana. Del mismo modo que hace algo más de veinte años dejé de fumar cigarrillos sin probarlos nuevamente ni por casualidad, ahora es el turno de los puritos. Una neumonía o pulmonía es algo muy serio. Ser ex fumador dos veces me faculta para hablar del tema con ponderación sin demonizar a nadie.