La ministra de Sanidad Carmen Montón ha anunciado un futuro plan de prevención del suicidio que, con 3600 muertes al año, es la primera causa de muerte no natural. Las cifras que ha aportado para justificarlo permiten situar la dimensión real del homicidio en el ámbito de la pareja, que constituye el centro de atención, con diferencia, de las políticas públicas, los recursos que se aplican y la atención mediática. Es el único caso de muerte no natural, de homicidio, que se salda con declaraciones a los medios de comunicación y minutos de silencio en la plaza pública. Cada caso es un hecho extraordinario. Y lo es, como toda muerte, y trágico, también como toda muerte. Pero es obvio que, vista la atención de los políticos, gobiernos y medios de comunicación, hay unas muertes que valen más que otras, atendiendo a su repercusión y los medios dedicados a prevenirlas. Entre las últimas de la fila efectivamente se encuentran los suicidios. Por cada victima de violencia de género hay 65 suicidios, con esto ya está todo dicho sobre su importancia, y a la vez menosprecio público, pero es que por cada víctima mortal de género, hay 32,5 muertos por accidentes de coche, y solo representan el 15 % de los homicidios, entre los que obviamente se encuentran el de mujeres que han sido muertas en circunstancias distintas a la de la agresión de su pareja
En España mueren 8,7 personas por cada 100.000 habitantes de suicidios, 4,35 por accidente de tráfico, 0,79 por homicidio y solo 0,13 cada cien mil personas por violencia de género, es decir, poco más de una cada millón de habitantes como orden de magnitud.
La reflexión es obligada. ¿Cómo puede ser que esta comparativamente reducida cifra de muertes de lugar a tanta atención hasta merecer nada menos que un pacto de estado entre todos los partidos políticos? Solo por una razón ideológica: es una de las enseñas fundamentales de la perspectiva de género, que persigue convencer de que el hombre como tal, ejerce una violencia estructural sobre la mujer. Cierto, sucede en un caso cada millón de personas.