Después de mi desconexión navideña 2019 conviene ya mi conexión de año nuevo 2020. Ahora es el momento. El día después de la Epifanía del 6 de enero es festivo a efectos lectivos escolares. ¡Y por tanto familiares!. Hasta no hace muchos años los Magos Melchor, Gaspar y Baltasar traían juguetes a los niños “buenos” en la madrugada del 5 al 6 de enero. Tal vez me he hecho muy mayor y no detecto esto como antes. ¿Los Reyes Magos pasan por los domicilios con la misma intensidad? ¿La crisis económica puede con ellos? ¿O es que acaso no hay tantos niños como antes? Que yo sepa los Reyes Magos siguen pasando y la crisis económica no puede con ellos.
Normalmente el día después en los contenedores de basura afloraban restos de embalajes, plásticos, etc., de juguetes nuevos. Desde hace unos años no es así. ¿Tanta persuasión tiene el barbas blancas “Papá Noel”? El día 26 de diciembre no detecto contenedores llenos. La pregunta que me surge es la siguiente: ¿Hay crisis económica grave o hay una galopante crisis de fertilidad sexual in crescendo? Concluyo que lo segundo. Es conveniente afirmar una y otra vez que la tasa de natalidad más baja del mundo la ostenta España. Dentro de ella la ostenta la Comunidad Autónoma de Cataluña. ¡Y dentro de Cataluña la ciudad de Barcelona!
El día después el niño se entretiene con sus nuevos juguetes. Yo también. Me han dejado teléfono móvil nuevo. Cada equis años es conveniente renovarlo para no perder comba comunicativa a dos dedos. Sigue siendo conveniente en más de un momento dejar el móvil en casa. Por ejemplo para asistir a misa los días festivos obligatorios. Por ejemplo para ir a pasear sin estar controlado por tu propio utensilio de comunicación. En estos casos te puede distraer la contemplación de árboles, pájaros, brisas, soles, nubes, lluvias y soles radiantes. ¡Es un placer decirle que no al propio teléfono móvil!
