El coronavirus está teniendo un impacto real en la economía que dependiendo de cuándo se sofoque irá a más. La agencia de medición de riesgos S&P calcula en su último informe que España podría perder este año algo más de 0,14 puntos porcentuales de crecimiento económico por la crisis de esta enfermedad.
Las razones principales son el impacto en las exportaciones a China y la caída de la inversión empresarial. Algo que afectará no solo a España, sino a toda Europa. De hecho, la agencia considera que esta crisis restará hasta dos décimas al crecimiento de la eurozona y Reino Unido en 2020, aunque el «pequeño impacto previsto» se concentrará en el primer trimestre del año y se superará «pronto», aunque el sector turístico, clave para la economía española, podría llevar algo más de tiempo.
El más vulnerable en la actualidad es Alemania, que actualmente se encuentra al borde de la recesión. En un estudio publicado ayer por el Deutsche Bank advierte la vulnerabilidad de la economía alemana en un caso de contagio masivo de coronavirus. El estudio dice que «la coyuntura alemana es cada vez más achacosa» y que los datos de producción industrial, entrada de pedidos y ventas minoristas de diciembre han sido muy débiles y apuntan a una ligera caída del producto interior bruto (PIB) en el cuarto trimestre.
Stefan Schneider, economista jefe del banco, alerta que los efectos económicos a nivel global pondrán en peligro la senda de recuperación económica de las diferentes regiones económicas. En este sentido, la OPEP (organización de países Exportadores de Petróleo) publicó este miércoles un estudio en el que asegura que la epidemia va a provocar que el crecimiento del consumo de petróleo sea un 19% menor del previsto hasta ahora para 2020, además de añadir incertidumbres sobre la marcha de la economía global. Esto conllevará un descenso de la demanda de crudo sobre todo en China por la menor actividad económica.
Este factor podría costar también al PIB alemán 0,2 puntos porcentuales en el primer trimestre, por lo que parece posible una recesión técnica en el semestre de invierno, el cuarto trimestre del año pasado y el primero de éste. El brote del coronavirus puede incrementar la cautela de las empresas chinas y de este modo frenar la recuperación de la demanda del gigante asiático de bienes alemanes, lo que perjudicaría más las exportaciones de las compañías alemanas, que ya están debilitadas.
Por otro lado, el presidente del Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW), Achim Wambach, dijo la pasada noche en un encuentro con periodistas en Fráncfort que si la infección por coronavirus es similar a la que se produjo por el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo y Grave) «sólo se producirán efectos a corto plazo».
“De momento, es muy pronto para decir qué efectos tendrá” el COVID-19 (nombre de la enfermedad del coronavirus) en la economía alemana y que el problema es que no se sabe la dimensión que tendrá, según Wambach.