El ciberacoso o ciberbullying a menores se ha duplicado en los últimos cinco años en España. De los 824 casos registrados en 2012 se ha pasado a 1.619 contabilizados en 2017, según la información facilitada por el Gobierno en respuesta a una pregunta parlamentaria del diputado socialista Miguel Ángel Heredia.
Haber padecido acoso escolar, tener móvil propio, los juegos online y el abuso en las conexiones a internet son factores de riesgo para sufrir cualquier forma de ciberacoso.
Al mismo tiempo, al otro lado del Atlántico, el cyberbullying afecta ya a más de la mitad de los adolescentes estadounidenses. Así lo constata el estudio ‘A Majority of Teens Have Experienced Some Form of Cyberbullying’ (‘Una mayoría de adolescentes ha experimentado alguna forma de ciberacoso’), elaborado por el Pew Research Center y publicado el pasado jueves, 27 de septiembre.
El estudio advierte de que el 59% de jóvenes en Estados Unidos han sido acosados online y de que profesores, compañías de redes sociales y políticos fallan al abordar el problema.
Estas son algunas de las conclusiones clave tras las encuestas realizadas a 743 adolescentes de entre 13 y 17 años y 1.058 padres de menores estadounidenses con ese rango de edad, llevadas a cabo del 7 de marzo al 10 de abril de 2018.
Factores de riesgo: móvil propio, juegos online y abuso de internet
Los datos facilitados por el Gobierno español en cuanto a la incidencia del acoso cibernético entre los menores destacan que esta práctica ha mantenido un ascenso constante entre 2012 y 2017.
En los dos primeros años se produjo el mayor repunte de estos sucesos, ya que de los 824 casos en el 2012 se pasó a 1.143 un año después. También se produjo una subida destacable, de 234 casos, entre el 2016 y el 2017, lo que supuso pasar de los 1.385 sucesos a los 1.619 del año pasado.
El Ejecutivo socialista alerta también de un aumento del 15% del acoso escolar, entre el 2012 y el 2017. Hace cinco años eran 890 los casos registrados de esta práctica, mientras que el año pasado superaron los 1.000, según informaba La Vanguardia este domingo, 20 de septiembre.
En cuanto a los factores de riesgo que han llevado a estas cifras, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oviedo con 3.180 estudiantes de ESO concluye que haber sido víctima de acoso escolar, el uso de programas de mensajería instantánea como WhatsApp, tener móvil propio, los juegos online y el uso de internet más de tres horas diarias son factores de riesgo para sufrir ciberacoso severo en la adolescencia, tal como informaba La Sexta el pasado 2 de agosto.
Ciberbullying al 59% de adolescentes en EE.UU.
Por otra parte, el estudio realizado por el Pew Research Center constata que el 59% de los adolescentes de Estados Unidos han experimentado personalmente al menos uno de los seis tipos de conductas abusivas online más practicados, como se puede observar en este gráfico, reproducido a partir del estudio.
Así, “alrededor del 42% de los adolescentes dicen que han sido insultados online a través de su móvil”; “aproximadamente un tercio (32%) de los adolescentes dicen que alguien ha difundido rumores falsos sobre ellos en Internet”; el 25% recibieron “imágenes explicitas que no pidieron”; sobre el 21% ejercieron control constante: les preguntaron “dónde están, qué están haciendo, con quién están,…”; el 16% recibieron “amenazas físicas”; y “el 7% dice que alguien ha compartido imágenes explícitas de ellos sin su consentimiento”.
“Estas experiencias son particularmente preocupantes para los padres. El 57% de los padres de adolescentes dicen que les preocupa que sus hijos adolescentes reciban o envíen imágenes explícitas, incluida una cuarta parte que dice que esto les preocupa mucho”, añade el estudio.
Las chicas, las más afectadas
Los responsables del estudio plantean que “un porcentaje similar de chicos y chicas ha sido acosado en línea, pero es más probable que las chicas sean blanco de la propagación de rumores en línea o mensajes explícitos no consensuales.
Es por ello que “existen algunas diferencias en los tipos específicos de acoso que enfrentan”, como se puede ver en este otro gráfico, donde se insiste en que “las chicas son más propensas a soportar rumores falsos y recibir imágenes explícitas que no pidieron”.
Como muestra el gráfico, “en general, el 60% de las chicas y el 59% de los chicos han experimentado al menos uno de los seis comportamientos abusivos online”, señala el informe.
“Si bien partes similares de chicos y chicas han sufrido abusos, como insultos o amenazas físicas en línea, otras formas de acoso cibernético son más frecuentes entre las chicas”, continúa.
“Alrededor del 39% de las chicas dicen que alguien ha difundido rumores falsos sobre ellas online, en comparación con el 26% de los chicos que dicen esto” y “las chicas también son más propensas que los chicos a informar que recibieron imágenes explícitas que no solicitaron (29% frente a 20%)”.
El informe concluye este apartado insistiendo en que “las chicas tienen más probabilidades que los chicos de haber experimentado varias formas diferentes de intimidación en línea. Alrededor del 15% de las adolescentes han sido el objetivo de al menos cuatro de estos comportamientos en línea, en comparación con el 6% de los chicos”.
Crítica a profesores, compañías de redes sociales y políticos
Ante este escenario, ¿cómo reaccionan los padres, las administraciones y otras organizaciones sociales?
“Hoy, los funcionarios escolares, las compañías tecnológicas y los legisladores están buscando formas de combatir el acoso cibernético. Algunas escuelas han implementado políticas que castigan a los estudiantes por acosar en los mensajes, incluso cuando esos intercambios ocurren fuera del campus. Las compañías de redes sociales están implementando herramientas contra la intimidación, y varios estados han promulgado leyes que prohíben el acoso cibernético y otras formas de acoso electrónico”, aclara el estudio.
Cuando el Pew Research Center plantea esta cuestión a los adolescentes encuestados, la mayoría considera que “los padres están haciendo un buen trabajo al abordar el acoso online”.
Sin embargo, se muestran críticos con los profesores, las compañías de redes sociales y los políticos, como se puede ver en este último gráfico.
“De hecho, los adolescentes califican los esfuerzos antibullying de cinco de los seis grupos medidos en la encuesta más negativamente que positivamente. Los padres son el único grupo para el cual la mayoría de los adolescentes (59%) expresan una opinión favorable de sus esfuerzos”, insiste el informe.
“Los jóvenes tienen una visión especialmente negativa de la forma en que los políticos abordan el tema del acoso cibernético”. Son de esa opinión el 79% de los adolescentes encuestados.
Tampoco salen bien parados los sitios de redes sociales (un 66% considera que hacen solo lo justo o poco); y “otros usuarios que presencian el acoso en línea (64%) o los docentes (58%) que abordan el acoso y el acoso cibernético”, concluye el estudio en este apartado.