El discurso del cardenal Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española, con motivo de la apertura de su Asamblea Plenaria, que finaliza este viernes y que comenzó el pasado lunes 25, señala claramente el camino para los católicos y para todo el pueblo de Dios en España, porque en esta ocasión recoge y señala con acierto, inquietudes necesidades y problemas reales.
En su discurso monseñor Omella, señala claramente que el matrimonio es” la Unión fiel y definitiva entre un hombre y una mujer abiertos a la vida”, y esto dicho con la autoridad que le confiere su doble condición de cardenal y de presidente de la CEE, es una afirmación revolucionaria en la España de hoy, como lo es el apostar por la familia y por la vida tal y como también dijo: “una sociedad que no protege la vida de sus integrantes es una sociedad abocada al fracaso y la barbarie”. No pasó por alto la cuestión del aborto constatando, «que el estado en lugar de potenciarlo, debería proteger con ayudas económicas y sociales a quien decide dar a luz una nueva vida… al estado no le corresponde hacer proselitismo del aborto”
Señaló asimismo el cardenal, que la objeción de conciencia constituía un derecho necesario en la vida democrática, un subrayado oportuno cuando desde el propio Gobierno se emprenden iniciativas legislativas que pretenden liquidarla.
Señaló la desconfianza que se está produciendo en las instituciones y los partidos políticos, y criticó a aquellos medios de comunicación que se ponen al servicio de intereses ideológicos y que realizan un” afeo sistemático” de la Iglesia. No se necesita demasiada imaginación para asociar esta última crítica a un periódico concreto cómo es “El País”, empeñado desde hace años en el ataque sistemático a la confesión católica y dedicado a la caza de sacerdotes y religiosos. Este periódico cuenta con el dudoso honor de ser el único medio de comunicación no amarillo que admite denuncias anónimas por teléfono si se refieren a sacerdotes y religiosos.
Esta claridad y concreción en los planteamientos del presidente de la Conferencia Episcopal deberían constituir una guía para la actuación católica.
Hemos de celebrar esta intervención y manifestar nuestro apoyo a la misma, más cuando ya le han valido críticas de la cultura gubernamental y de los palmeros del Gobierno, que creían que tenían ante sí una Iglesia amedrentada, ignorando la fuerza de la fe y la denuncia profética, que es un tensor permanente de su vida pública. El Gobierno y su entorno cultural y mediático han confundido las buenas maneras y la voluntad de diálogo con la rendición, y este es un error que tendrá un coste político, que es el único que entienden los gobiernos y los partidos.
En este sentido, y tal como dibuja Josep Miró en su blog, es necesario que el Partido Socialista explique por quée mientras en el Congreso de los Diputados induce a un acuerdo perfectamente inconstitucional, ordenando al Defensor del Pueblo una investigación sobre la pederastia pero ceñido solo a un grupo de población concreto, el de las personas vinculadas a la Iglesia Católica, en Cataluña el mismo Partido Socialista presenta una enmienda para que en el Parlamento catalán, este mismo propósito se amplíe a todos los ámbitos, donde se producen la inmensa mayoría de este tipo de delitos como la escuela, el ocio la propia familia,
Tienes ocasión ahora de conocer con detalle los aspectos jurídicos de aquella decisión del Congreso de los diputados, de la palabra de una persona tan autorizada como el vicepresidente emérito del Tribunal Constitucional Eugenio Gay Montalvo, y también en la misma sesión conocer las actuaciones llevadas a cabo, y las que están previstas, para conseguir que en la investigación sobre la pederastia encargada al Defensor del Pueblo, se estudien todos los casos en función de su importancia, se consideren todas las víctimas, todos los perfiles de los supuestos agresores.
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