La figura del caganer de algunos belenes caseros no es exclusiva de Cataluña ni, mucho menos, identitaria. Muy posiblemente esa figura del pastor de la anunciata tumbado en el suelo soplando los troncos encendidos de la hoguera sea la más popular, la más emblemática y la más típica del pesebre catalán, y no la del caganer una figura que, por otra parte , también la encontramos en belenes murcianos y napolitanos con el nombre de cagones en Murcia y con el nombre de cacone o, también, il pastore che caca en Nápoles.
En Cataluña el origen iconográfico de la figura del caganer deberíamos buscarlo en los dibujos de cabecera de algún romance y, particularmente, encontrarlo en las imágenes de las baldosas de cocina de la extensa serie de los oficios con representaciones de momentos de la vida cotidiana, como los azulejos que hay en la antigua cocina del monasterio de Pedralbes, que cuenta con alguna de finales del siglo XVIII donde está representado un caganer.
La figura del caganer empezó a introducirse –y no de forma unánime– en algunos belenes catalanes de principios del siglo XIX.
Esta figura solía situarse en un lugar muy discreto del pesebre –nunca vistoso– para simbolizar o expresar plásticamente el vínculo del pesebre con la realidad de la Encarnación del Hijo de Dios y con la madre tierra, puesto que el caganer, a través de la deposición fecal, la fertilizaba con las heces que depositaban directamente en la tierra a modo de abono. Sin embargo, otros estudiosos, quieren ver en esta figura del caganer una especie de contrapunto al mensaje sobrenatural del pesebre tanto, que en nuestros días, y de manera desmedida y bastante malintencionada se ha querido mitificar y potenciar la figura del caganer, exagerando su grosería con un exceso de popularidad y falso tipismo. Es una figura muy secundaria y que, por intereses secularizadores o comerciales, no podemos magnificar ya que, sencillamente, quiere expresar dentro del pesebre los límites de la condición humana.
A propósito del conjunto de las figuras que no forman parte del relato bíblico, el papa Francisco ha escrito que su presencia en el pesebre quiere significar que “en el nuevo mundo inaugurado por Jesús hay espacio para todo lo humano y para toda criatura” (Admirabile signum, 6). Si desea conocer el dinamismo del calendario del pesebre y otros aspectos sobre el simbolismo de las figuras de los belenes, les invito a leer Entrem dins del Pessebre, que es el volumen undécimo de la colección L’Ermità, de ediciones Morera.
Es una figura muy secundaria y que, por intereses secularizadores o comerciales, no podemos magnificar ya que, sencillamente, quiere expresar dentro del pesebre los límites de la condición humana Share on X
1 Comentario. Dejar nuevo
Una buena prueba de que, habiendo muchas tradiciones dignas de ser conservadas, tampoco faltan otras que sólo merecen ser suprimidas.