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El ayuntamiento de Barcelona no puede contribuir a fomentar la pornografía

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Los datos oficiales sobre denuncias cometidas en la ciudad de Barcelona informan que la media de abusos y agresiones sexuales durante los primeros seis meses del año es de 1,8 agresiones sexuales al día. Es una cifra muy alta en relación a la que era la situación de Barcelona en periodos anteriores.

Recientemente, la Fiscal General del Estado en su intervención en la presentación de la memoria del año 2018 en la sede del Tribunal Supremo, calificaba de muy inquietante el aumento de los delitos de naturaleza sexual ejercitada en grupo por los jóvenes. Es muy relevante que la propia fiscal relacionara este fenómeno con el uso de la pornografía. Esta relación entre pornografía y violencia social no es un hecho nuevo, ya que se trata de una relación muy conocida en el ámbito científico y académico. Pero ahora toma una dimensión mucho más política por la advertencia de la máxima autoridad fiscal. La consecuencia lógica por parte de las administraciones públicas sería la de actuar para regularla y limitar por su carácter nocivo, del mismo modo que, en otro nivel se hace con el juego, el tabaco, y el alcohol.

Es por estas razones que consideramos irresponsable que el Ayuntamiento de Barcelona facilite una instalación emblemática de la ciudad, la instalación olímpica de la Vall d’Hebrón, para celebrar del 3 al 6 de octubre, el llamado «Salón erótico» dedicado a la promoción de todo tipo de pornografía. De esta manera el gobierno de Ada Colau contribuye al reconocimiento de la pornografía como una actividad como las otras, y al mismo tiempo obtiene unos ingresos de su promoción.

El Ayuntamiento no puede ser cómplice, de una práctica que convierte a la mujer en un objeto sexual. No puede ser cómplice de «2.000 espectáculos» como promociona el Salón, donde se anuncia que se practicará el «lap dance» en el que mujeres más o menos vestidas se restriegan en el regazo de los asistentes, para satisfacción de los que han pagado, o también de prácticas sadomasoquistas como el «shibari» una variante japonesa del «bondage». No es necesario seguir con los detalles. El espectáculo denigrante hacia la mujer es bastante evidente. Su utilización como objeto también. Y que todo ello es un gran negocio resulta claro. Una explotación capitalista del cuerpo de la mujer basada en la ganancia de los propietarios.

Por estos motivos exigimos a la alcaldesa que tan a menudo manifiesta su feminismo, y su vocación de construir una alternativa social, y a los otros líderes de la coalición de gobierno, Jaume Collboni (PSC), y Albert Batlle (Units) que no ceda un local municipal para esta actividad pornográfica. Pedimos a todos los grupos municipales que se pronuncien para evitar que la pornografía sea una actividad acogida por el ayuntamiento de Barcelona y una fuente de ingresos municipal.

No es posible hacer compatible porno y protección de la mujer contra la violencia sexual.

 

Los 7000. Comunidad y Participación

e-mail: els7000comunitat@gmail.com

Twitter:  @els7000

Dirección postal: c/ Casanova, 175, 08036-Barcelona

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1 Comentario. Dejar nuevo

  • No podemos dejar que nuestra ciudad, se convierta como está pasando, en la ciudad del sexo, en la capital gay, Ud también gobierna también para el resto de ciudadanos.

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