Los datos, recientemente publicados por NHS (Servicio Nacional de Salud ) de Inglaterra, se hacen eco de la inmunda matanza perpetrada por el negocio del aborto. Las cifras son alarmantes y revelan una realidad que no podemos ignorar: casi el 90% de todos los bebés diagnosticados prenatalmente con síndrome de Down fueron eliminados mediante aborto en 2021.
La exposición pública de estas estadísticas coincide con la presentación de una enmienda al Proyecto de Ley de Justicia Penal del Gobierno británico, liderada por el político Liam Fox, médico, ministro del gabinete y secretario de defensa, y respaldada por 40 diputados.
Esta enmienda busca equiparar el límite de tiempo para el aborto de bebés con síndrome de Down con el límite de tiempo para aquellos que no presentan esta singularidad.
La ley actual
El límite de tiempo para el aborto, según la ley en Inglaterra, está establecido en 24 semanas, pero para casos en los que se cree que un bebé tiene una discapacidad, incluido el síndrome de Down, el aborto está actualmente disponible hasta el nacimiento.
La enmienda de Fox será debatida y votada como parte del Proyecto de Ley de Justicia Penal. Se tratará en la Cámara de los Comunes a partir del 15 de abril.
La organización Don’t Screen Us Out ha reaccionado a la publicación de las estadísticas instando a los parlamentarios a actualizar con urgencia la legislación para garantizar que los bebés con síndrome de Down no puedan ser abortados hasta el momento del nacimiento.
Los datos hablan de un gran holocausto
Los datos son contundentes y escalofriantes:
– En 2021, de 1.115 bebés con diagnóstico prenatal de síndrome de Down en Inglaterra y otros territorios de la Corona un total de 973, es decir, el 87.26%, fueron eliminados mediante aborto.
– En 2020, el 84.28% de los bebés con diagnóstico prenatal de síndrome de Down en Inglaterra y otros territorios de la Corona fueron eliminados mediante aborto.
– En 2021, un total de 700 bebés en Inglaterra nacieron con síndrome de Down, incluidos aquellos diagnosticados después del nacimiento.
– En 2021, 108 bebés con labio leporino y/o paladar hendido y 53 bebés con pie zambo en Inglaterra fueron eliminados mediante aborto.
Ante lo que está sucediendo en Inglaterra, se hace evidente que es urgente un impulso creciente para un cambio en la ley en el ámbito del aborto.
El caso de Heidi Crowter
Después de que Heidi Crowter, una mujer de Coventry que tiene síndrome de Down, presentara un caso histórico contra el gobierno del Reino Unido por la cláusula de discapacidad en la ley actual, se puso en marcha una gran movilización popular. Su caso fue muy mediático y escuchado en la Corte Suprema y en la Corte de Apelaciones.
Heidi, en su momento, lanzó este potente mensaje a los medios: “En este momento, en el Reino Unido, los bebés pueden ser abortados hasta el nacimiento si se los considera gravemente discapacitados. Me incluyen en esa definición de ser gravemente discapacitada solo porque tengo un cromosoma extra. Lo que me dicen es que mi vida no es tan valiosa como otras y no creo que sea correcto. Creo que es francamente discriminación”.
El límite de tiempo para el aborto, según la ley en Inglaterra, está establecido en 24 semanas, pero para casos en los que se cree que un bebé tiene una discapacidad, el aborto está actualmente disponible hasta el nacimiento. Clic para tuitear
1 Comentario. Dejar nuevo
“Esta enmienda busca equiparar el límite de tiempo para el aborto de bebés con síndrome de Down con el límite de tiempo para aquellos que no presentan esta singularidad.”
Con ello no se aporta beneficio alguno. Esta enmienda no pretende salvar vidas de personas con Down. Es solo una estratagema para cumplir con el principio laico de no-discriminación. El mandamiento divino de “no matarás”, le tiene sin cuidado. Más bien consagra y favorece que se elimine a estos bebés, porque suprime evita la imputación por discriminación que podría impedirlo, que es precisamente lo que denunció Heidi.
En la actualidad se practica el cribado por medio de un test, de invención reciente, que permite detectar el síndrome en una etapa muy precoz, sin necesidad de amniocentesis, no es invasivo y tiene una probabilidad de error muy baja, con lo cual estas personas pueden ser abortadas dentro del mismo plazo de 24 semanas que las otras, sin el requerimiento de justificarlo por alguna razón. Es más, si la enmienda prospera los ginecólogos se esforzarán en que no se les escape nadie con este síndrome, para evitar posibles demandas en caso de que el bebé naciese con esta tara porque no se informó a los padres para que ordenasen abortarlo.
Esta enmienda, junto con el test médico, constituye la maquinaria perfecta para extraer a estos bebés del útero materno como si fuesen pólipos y tirarlos, sin más, al contenedor de restos biológicos. Asesinatos con guante blanco.
Heidi ya no podrá reclamar nada, porque a las personas “taradas” como ella las abortaran en las mismas condiciones que a las sanas. Y por una sola razón común a todas: la de ser no-deseadas.
Es así como la eugenesia podrá practicarse sin que se perciba como tal. Pura hipocresía.