Por Jaume Catalán
Un buen grupo de diputados del partido (LRM: la República en marcha) francés apoyan y hablan con claridad de plantear al presidente un cambio de rumbo, que ponga mayor énfasis en objetivos de política social y de lucha contra la exclusión y la pobreza. Quieren salir al paso de la decepción del 75% de los franceses, que en una encuesta reciente consideran que la política de Macron es “injusta y que las cargas no se distribuyen equitativamente según las capacidades de cada uno”. El riesgo político es evidente: perder apoyo de los votantes provenientes de la izquierda. Parece que algo hay que hacer en Francia.