Aspaym Cataluña (Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos) organizó el 25 de mayo en Barcelona con la colaboración de Sex Asistent la XIV jornada técnica donde se abordaba la sexualidad de pago para personas con alguna disfunción física o mental bajo el título “Diversexualidad” y el lema “romper tabúes para vivirla”.
Los organizadores presentaban esta jornada como un lugar donde presentar la figura del “asistente sexual” que ofrece servicios sexuales a este grupo social prostituyéndose, “un punto de vista diferente” se afirmaba.
Como punto novedoso en España, se presentaba la figura del “asistente sexual” que la organización definía como “acompañamiento sexual destinado a hombres, mujeres, o parejas con algún tipo de diversidad funcional, que independientemente de su género o elección sexual, deciden optar por esta posibilidad”.
Patricia Carmona, presidenta de Aspaym Cataluña, se desvinculaba de la sexualidad como “modelo rehabilitador” sino que afirmaba la necesidad de que la sexualidad para este colectivo dejara de ser simple “genitalidad” a través del asistente sexual, y se ampliara a ser “sexualidad, erotismo y caricias”.
Por su parte, Rafael Reayo, miembro de Sex Assistent Cataluña, explicaba el procedimiento: “Funcionaría como un grupo de personas formadas en asistencia sexual, que darían respuesta a las necesidades o a las demandas de las personas con diversidad funcional que libremente quieran agruparse a Sex Assistent”.
La iniciativa está difundida en las redes sociales por ‘Yes, we fuck’ (“Sí, nosotros follamos”), que se define como “un documental que quiere abordar la sexualidad en personas con diversidad funcional, los llamados discapacitados”. Allí se muestran vídeos e historias desde esta perspectiva.
Los promotores sostienen que la sexualidad “es el motor más potente de crecimiento personal, desarrollo de la propia personalidad y de las relaciones sociales. Como tal, debería ser central en los apoyos sociales para personas con diversidad funcional”.
¿Amor, crecimiento y sexo?
El planteamiento de esta iniciativa cae en los clásicos errores que la sociedad del placer formula cuando quiere justificar la mercantilización del sexo. Primero se confunde a propósito el amor con el sexo. Este hecho, pasado un período inicial acaba siendo profundamente insatisfactorio y frustrante. Aquel que confía en la prostitución para resolver una carencia de afectividad, acaba por no resolverlo y por sumarle otro.
Además, nuestra sociedad todo lo transforma en dinero. La asistente social no es una voluntaria, cobra y por lo tanto es una fórmula de prostitución. Nuestra sociedad transforma todo en mercado, en mercadería: busca las carencias afectivas de las personas y formula las respuestas a través del mercado y de su negocio.
Por último, cabe destacar el emotivismo con el que se trata el tema: se empaqueta el producto y se pone un lazo a base del emotivismo.