El 21 de marzo nos sorprende con dos campañas llamativas impulsadas por organizaciones muy distintas pero con un objetivo común: concienciar sobre la realidad de las personas con síndrome de Down.
Por un lado, la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) lanza un mensaje provocador que pone el dedo en la llaga de la incoherencia social.
Por otro, la Asociación DOWN ESPAÑA apuesta por una campaña positiva que destaca la cotidianidad y la igualdad de las personas con trisomía 21.
«Hoy me felicitas, ¿mañana me abortarías?» – La campaña de la ACdP
La Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) ha presentado una campaña de fuerte carga reflexiva y crítica, resumida en la pregunta: “Hoy me felicitas, ¿mañana me abortarías? ¿No te parece un poquito hipócrita?”
Este mensaje directo busca denunciar el cinismo que perciben en una sociedad que celebra públicamente a las personas con síndrome de Down un día al año, mientras que a la vez la gran mayoría de fetos diagnosticados con esta condición no llegan a nacer.
De hecho, la campaña recuerda el escalofriante dato de que en España se aborta al 83% de los niños diagnosticados prenatalmente con Trisomía 21
El objetivo de ACdP es defender el derecho a la vida y la dignidad de las personas con síndrome de Down desde antes de nacer, haciendo que la sociedad se confronte con esta paradoja moral.
En palabras de Carmen Sánchez Maíllo, portavoz de la campaña, vivimos un gran «cinismo» al considerarnos inclusivos pero a la vez «impedir que nazcan personas que consideramos menos aptas».
¿Cómo difunde ACdP este mensaje? Fiel a su estilo combativo, la asociación ha empapelado decenas de ciudades con el lema de la campaña. Cientos de carteles con la frase «Hoy me felicitas…»han aparecido en marquesinas de autobuses y vallas publicitarias de 64 municipios españoles.
En estos carteles destaca la imagen de un joven con síndrome de Down junto al texto interpelador, acompañados por un código QR que añade interactividad a la acción
Al escanear el QR, el público accede a un breve vídeo de un minuto y medio que refuerza la idea de la campaña: en él se enumeran múltiples motivos para celebrar la vida de las personas con síndrome de Down, a la vez que se muestran las frías cifras de abortos de niños con este síndrome en distintos países
El vídeo tuvo una gran acogida inicial, acumulando unas 120.000 visualizaciones en apenas 48 horas y se propagó rápidamente por redes sociales y servicios de mensajería.
No se trata solo de un eslogan provocador, sino de abrir un espacio de conversación más amplio: la ACdP quiere apoyar a las familias que tienen miembros con síndrome de Down y visibilizar las presiones y dificultades que muchas enfrentan al recibir un diagnóstico prenatal o al buscar apoyos a lo largo de la vida
«Tan como tú» – La campaña de DOWN ESPAÑA
La campaña de DOWN ESPAÑA apuesta por un enfoque positivo, empático y fresco. Bajo el lema «Tan como tú», esta iniciativa busca romper estereotipos mostrando la realidad cotidiana de las personas con síndrome de Down.
El mensaje clave es claro: las personas con síndrome de Down no son seres «especiales”»o ajenos, sino que sienten, piensan y actúan como cualquiera de nosotros
Tienen los mismos derechos, sueños y aspiraciones que cualquiera, y viven situaciones que cualquier persona podría enfrentar en su día a día.
En vez de subrayar las barreras o, por el contrario, pintarles como «héroes», la campaña opta por la normalidad: nos invita a mirar más allá de la discapacidad y reconocer primero a la persona, con sus virtudes y defectos, iguales a los de cualquiera
La forma en que DOWN ESPAÑA transmite este mensaje es a través de historias cotidianas llenas de naturalidad. La campaña se materializa en un spot principal.
Impacto esperado en la sociedad y concienciación
Ambas campañas, a su manera, aspiran a sacudir la conciencia social y promover un cambio de actitud hacia el síndrome de Down, aunque los caminos que toman son diferentes.
La campaña de ACdP espera generar sobre todo reflexión y debate moral. Al ver ese cartel incómodo en la calle o en redes, muchas personas podrían sentirse interpeladas: ¿Soy hipócrita al aplaudir la inclusión de quienes tienen síndrome de Down pero al mismo tiempo justificar que la mayoría no nazcan?.
ACdP busca justamente esa incomodidad constructiva, confiando en que de ahí nazca una mayor concienciación sobre el valor de cada vida con discapacidad. En términos prácticos, la campaña pretende apoyar a las familias que ya tienen miembros con síndrome de Down y que muchas veces han sentido la presión social o médica para abortar, o la falta de apoyo tras el nacimiento
Por su parte, la campaña de DOWN ESPAÑA apuesta por un impacto más emocional y cultural a largo plazo.
Espera contribuir a que la sociedad española vea con ojos renovados a las personas con síndrome de Down: no con lástima, no con admiración exagerada, sino con naturalidad y respeto. Mostrando a Martín enfadado con su jefe o a Lucía comprando galletas en el súper, #TanComoTú quiere que la próxima vez que nos crucemos con una persona con síndrome de Down pensemos «es alguien como yo, con sus alegrías y problemas cotidianos», y no nos quedemos en los clichés.
La empatía es la medida de éxito para esta campaña. Si logra que más gente se identifique con las situaciones presentadas, el resultado será una reducción de prejuicios y un incremento en el apoyo a la inclusión en distintas áreas (escuela, trabajo, vida comunitaria).
Este 21 de marzo de 2025, España no solo felicita a las personas con síndrome de Down, sino que también reflexiona: sobre lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo y lo que aún nos falta por hacer para que esa felicitación sea sincera, duradera y se traduzca en una sociedad más humana y justa para todos.
1 Comentario. Dejar nuevo
Sea como sea, si abortar es un acto normalizado por la sociedad y legalizado por el Estado, cuya legitimidad se basa en que la persona abortada no es nadie, ni siquiera un ser humano (Bibiana Aído dixit), la realidad es que da igual el motivo por el que se aborta, ya sea por embarazo no deseado, ya sea por anormalidades genéticas detectadas precozmente. La mala conciencia social se limpia valorando, acompañando e integrando a las personas adultas con síndrome de Down, pero no hay inconveniente alguno en abortarlas, es decir, matarlas cuando comienzan a vivir y crecer en el vientre de su madre. Es más, no solo no hay inconveniente, sino que la asistencia médica prenatal ya lo plantea como conveniente y a no tardar será incluso obligatorio.
No es que seamos hipócritas, es que consideramos el aborto como un acto médico al que una mujer embarazada tiene derecho porque solo le afecta a ella. Abortar no es eliminar a una persona. Es solo interrumpir un embarazo. Mientras esta falacia impregne la mentalidad social no hay nada que hacer.