El deporte femenino vuelve a enfrentarse a una polémica tras la reciente victoria de una ciclista transgénero en una categoría exclusivamente femenina. Austin Killips ha generado controversia al imponerse con una ventaja de cinco minutos sobre la segunda clasificada, Paige Onweller, durante una competición en Carolina del Norte este fin de semana.
Onweller, en un discurso diplomático, expresó su opinión sobre la necesidad de categorías separadas en el futuro, reconociendo la superioridad de Killips y señalando que «el poder no es comparable». Estas declaraciones han resaltado aún más las preocupaciones existentes acerca de la participación de personas trans en deportes femeninos y han llevado a personalidades destacadas como Martina Navratilova, leyenda del tenis, a unirse al debate en las redes sociales.
El pasado mes de mayo, Killips ya se convirtió en la primera ciclista trans en ganar una prueba oficial de la Unión Ciclista Internacional (UCI), lo que aumentó el escrutinio y las opiniones divididas en torno a esta cuestión.
Control obligatorio de genitales
En otro acontecimiento relacionado que arroja más sombras sobre el deporte femenino, la exinternacional sueca Nilla Fischer ha denunciado en su reciente biografía que la FIFA obligó a las jugadoras de todos los equipos a someterse a un examen genital durante el Mundial de 2011 para demostrar su feminidad.
Fischer relata que la FIFA implementó estos tests después de rumores sobre la presencia de hombres en el equipo de Guinea Ecuatorial. La exjugadora describe la experiencia como «desagradable» y «humillante», y cuestiona la necesidad de mostrar sus genitales a un médico mientras una fisioterapeuta estaba presente.
Aunque el médico de la selección femenina sueca en ese entonces, Mats Börjesson, ha confirmado los hechos, asegura que los exámenes se realizaron antes del Mundial y niega cualquier mala intención.
Estos incidentes han generado una creciente desconfianza y descrédito en el deporte femenino, ya que se pone en tela de juicio la equidad y la justa competencia en las categorías exclusivamente femeninas. La necesidad de establecer políticas claras y consensuadas que aborden la no participación de personas trans en el deporte femenino sigue siendo un desafío sin resolver.
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1 Comentario. Dejar nuevo
Para el que no sea católico, el simple abandono del sentido común…
Estamos cayendo en todas las trampas del modernismo y del NOM que nos quieren imponer.
O reaccionamos o ya vemos el camino por el que nos llevan…